Edición Nº 247
La corrupción en la Región Karibe es un tema complejo y que causa mucha preocupación desde hace décadas. Los clanes mafiosos han usado el erario público para engrosas sus arcas sin importarle el daño que le hacen al pueblo karibeño, que gestión tras gestión solo ven desde la miseria como los políticos tradicionales van formando parte de los súper ricos del país.
Y es que a cualquier bola le sacan punta cuando de robar se trata, sacrificando cualquier proyecto o actividad que pueda brindar bienestar y desarrollo a la región. En esta ocasión le tocó a Santa Marta y las controvertidas Fiestas del Mar, que desde un inicio estuvieron manchadas por escándalos que van desde las irregularidades del presupuesto aprobado, hasta irregularidades en la entrega de premios.
Una olla podrida
Desde la inauguración del evento el olor a podrido que envuelve la gestión del alcalde samario y todo su tren directivo de trabajo se hizo evidente, debido a que las rápidas lluvias develaron el grave problema de alcantarillado y saneamiento que sufre el municipio. Y que obligaron a los participantes a bailar entre las aguas residuales, ante la mirada indolente de las autoridades del municipio y el desconcierto de los visitantes.
Más escándalos y sin sabores iban dejando las Fiestas del Mar, que tienen una duración de 11 días y donde se presentan comparsas, eventos de gastronomía, entre otras manifestaciones culturales, que al final terminaron siendo un negocio parta unos pocos. Entre ellos las irregularidades denunciadas por Leonor Espinoza reconocida chef, quien participó como jurado en los concursos de gastronomía y manifestó su descontento ante medios de la región, hablando sobre la mala organización y el maltrato recibido por el mismo secretario de cultura Dario Linero al preguntarle por sus honorarios. Sin embargo una de las cosas que más le disgustó fue la alteración de los resultados en la categoría de platos típicos.
La denuncia de maltrato y discriminación hecha por la Capitana del Mar 2023, por parte de los organizadores del certamen de belleza, fue otra de las irregularidades que paso a paso fueron empañando el evento.
La cereza del pastel fue la denuncia hecha por varios ganadores culturales de diferentes categorías, quienes denunciaron al consorcio Rumbo a los 500 años, por un descuento de hasta la quinta parte de los premios, sin una justificación legal, ni previo aviso. Lo que causó grandes molestias entre los ganadores quienes mencionaron que tras meses de preparación, el premio no les alcanzó ni para cubrir los gastos.
Sin duda alguna Las Fiestas del Mar, fueron un negocio para unos pocos, una evidencia más de que los políticos tradicionales siguen enriqueciéndose a costa del pueblo colombiano, privatizando su cultura. Evidenciando la falta de instituciones sólidas y transparentes. Donde muchas veces la corrupción queda impune, creando un circulo vicioso que afecta a la sociedad civil.
Medidas efectivas
Es urgente que se implementen medidas efectivas para combatir la corrupción en la región, pero más urgente es organizarse para cambiar la vieja política por una de vida, donde se prioricen las necesidades del pueblo, se optimicen los servicios públicos y se garantice el acceso a ellos. No se puede seguir eligiendo a los políticos de siempre, que compran votos, someten con violencia y se aprovechan de la miseria en la que ellos mismos mantienen al pueblo.