Actualidad,  Karibeño Rebelde

SIMÓN BOLÍVAR: acción revolucionaria integral

Un hombre, un guerrero está presente. Su pensamiento y acción tiene correspondencia con los desafíos actuales. Reto que tenemos los revolucionarios en el camino de constituir el reino de la felicidad.

En Bolívar la acción y el pensamiento se unen en una práctica llena de vitalidad y fe en el destino que forjan los pueblos, quienes hacen la historia. El Libertador sentenció sabiamente que «todos los pueblos del mundo que han luchado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos». Es un postulado que hoy requiere ser motivado por las izquierdas del continente que, muchas veces, creemos que es nuestra fuerza la transformadora de la sociedad.

1. Bolívar coherente y consecuente

Actuar de acuerdo a su pensar. Desde los inicios Simón colocó todos sus bienes al servicio de la gesta patriótica. Se la jugó enteramente tras el ideal de la libertad, valor fundamental de una sociedad. Dedicó su vida, aún sacrificando comodidades y sus riquezas, a la más hermosa de las entregas, luchar por lo que llamaba la máxima felicidad de la humanidad. Su incansable misión, la liberación de sus pueblos del dominio tiránico colonial español, la asumió sin cansancio.

«Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país», ratificó Bolívar, reconociendo que somos continuadores de una voluntad de libertad heredada de las resistencias e insurrecciones populares. Por eso, la consecuencia, la fe en el pueblo, lo llevó a enfrentar todas las adversidades. Muchos consideran a Simón Bolívar como el vencedor de las dificultades. Las derrotas sufridas no disminuyeron su voluntad de vida para la lucha. Hoy las dificultades que vivimos los procesos de emancipación populares debemos beber de la tenacidad de Bolívar.

El guerrero incansable notificó al mundo esa voluntad, en el juramento del Monte Sacro, cuando manifestó: «Juro que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español». Esa confianza en la victoria final ganó la voluntad de la gente del común, de los oprimidos y explotados, para vincularse a la guerra de independencia. Es conocida la frase de que, » el hombre de bien y de valor debe ser indiferente a los choques de la mala suerte».

Un rasgo que fue adquiriendo Bolívar, en el transcurso de la guerra, fue su disposición a aprender de las experiencias. Un Bolívar siempre aprendiendo de los fracasos lo llevó a que en su proyecto tuvieran cabida los intereses y aspiraciones de las masas populares.

2. Simón Bolívar: el antiimperialismo. Visionario de otro mundo

Fue claro que la libertad y alcanzar la felicidad, no era posible lograrlo de manera aislada en cada país por si mismo. Por ello su proyecto de la Gran Colombia, traicionado por una casta de la oligarquía criolla, fue su principal delirio. Sabía de los serios peligros que significaba el surgimiento de los Estados Unidos, vaticinando que este a nombre de la libertad llenaría de hambre y miseria a nuestra América.

Al imperialismo naciente debía oponerse una fuerza continental, para enfrentar sus pretensiones. Y se debía oponer, al objetivo imperial, la unidad con fundamento en el amor. Dijo: » Amo la libertad de América más que mi gloria propia y para conseguirla no he ahorrado sacrificios».

3. Visionario de un nuevo mundo

Un mundo mejor fue una búsqueda de Bolívar reflejada en sus palabras de » un hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad». Hoy ante la crisis de los derechos humanos es un imperativo volver a la acción con Bolívar.

El libertador tenía una concepción integral y universal de los derechos humanos. Manifestó: «Como seres humanos siempre debemos respetar los derechos de todos los que nos rodean, indiferente de cuál sea su posición social o nivel educativo». Esta plasmada la universalidad de los derechos humanos sin exclusiones que hoy son violados y están en una profunda crisis.

4. Gobierno de la honestidad y de respeto a lo público

Contundente cuando afirmó que «El modo de gobernar bien es emplear a los hombres honrados, aunque sean enemigos”. Hay en Bolívar dos principios para un buen gobierno que se pueden ver cuando dice categóricamente que «los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral». Condena la privatización y la corrupción enfatizando que » los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares».

5. La fuerza de la unidad y la fuerza del pueblo

La unidad fue una larga lucha de Simón Bolívar. Cabalgó incansable con su andar por toda nuestra América. Llamó a que » todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión» y con suficiente claridad caracterizó que las discordias y la desunión tenían como soporte la ignorancia y la debilidad. Por ello fue enfático en que “por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza”.

No deja de ser fatal, hoy, la fragmentación y la división del movimiento popular y los revolucionarios en nuestra América en donde los intereses personalistas y el sectarismo hacen mucho daño. Fue esa desunión la que llevó al fracaso, entre otros, al proyecto bolivariano de la Gran Colombia.

6. En el fragor de la guerra un amoroso Simón Bolívar

Manuela Sáenz, no sin razón, le exigía al libertador que le dedicara tiempo para llenar el espacio de la hamaca, fría sin su presencia. Ante ello respondió: “”Quiero contestarte, bellísima Manuela, a tus requerimientos de amor que son muy justos. No esquivo tus llamados, que me son caros a mis deseos y a mi pasión. Solo reflexiono y te doy un tiempo a ti, pues tus palabras me obligan a regresar a ti; porque sé que esta es mi época de amarte y de amarnos mutuamente. Solo quiero tiempo para acostumbrarme, pues la vida militar no es fácil retirarse. Me he burlado de la muerte muchas veces y esta me acecha delirante a cada paso”. Carta a Manuela desde el Cuartel General en Guaranda a 3 de julio de 1822.

En otra misiva dice: “”Manuela bella, Manuela mía, hoy mismo dejo todo y voy, cual centella que traspasa el universo, a encontrarme con la más dulce y tierna mujercita que colma mis pasiones con el ansia infinita de gozarte, aquí y ahora, sin que importen las distancias. ¿Cómo lo sientes, ah? ¿Verdad que también estoy loco por ti?”. Cuartel General de Pasto a 30 de enero de 1823.

Quiero decir, finalmente, que Bolívar es presencia inagotable que cabalga por nuestra América con certeza en los cambios revolucionarios que debemos construir para una humanidad feliz.


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