ES LA HORA DE LA GRAN DECISIÓN
Karibeño Rebelde Edicción Nº 255
Por Miguel Pimienta Cotes
Colombia vive un momento único en su historia contemporánea, donde el régimen y todas su maquinaria pretenden borrar lo poquito de democracia que tiene el País. Las altas cortes, el Consejo de Estado, los oligopolios mediáticos, las fuerzas paramilitares apuntan hacia un solo lado, contra el pueblo y sus intereses. En ese sentido todo lo que desde sus lógicas favorezca al pueblo tratan de eliminarlo: las reformas sociales, los líderes y lideresas sociales, las organizaciones y movimientos alternativos que construyen las comunidades y poblaciones, e incluso asesinar al Presidente Gustavo Petro o darle un golpe de Estado.
Desde el otro lado, es decir desde el movimiento popular, desde la decencia y desde las fuerzas revolucionarias e insurgentes del país, incluyendo al Ejército de Liberación Nacional (ELN) hay dinámicas y movilizaciones permanentes para contrarrestar las fuerzas retrogradas y fascistas que no quieren ceder el poder al pueblo ni permitir la democracia para la paz.
Desde la época de Gaitán y corroborado por el cura Camilo Torres Restrepo está demostrado que la oligarquía y el imperialismo norteamericano no son nada democráticos, no toleran la diferencia ni aceptan que alguien diferente a su clase social o clan esté en el Gobierno o exija sus derechos. Los crímenes de Estado llamados falsos positivos, el asesinato a líderes ambientales, en donde Colombia ocupa el primer puesto en el ámbito mundial es clara demostración de que la maquinaria de muerte está al servicio de las transnacionales.
En este contexto se mueve el actual Gobierno que tiene que decidirse de una vez por todas: O echa su suerte con los pobres de esta tierra, al decir de Martí o negocia los dos años que le resta con el régimen sin lograr lo que se comprometió en campaña. Es imposible gobernar sin enemigos, solo que toca tomar la decisión o gobierna con y para el pueblo o con y para la oligarquía.
Lo que hace la oligarquía contra Petro es lo mismo que hicieron contra Salvador Allende, lo que hicieron contra Chávez y lo siguen haciendo contra el gobierno de Nicolás Maduro. La diferencia en estos casos, es que en el gobierno de Petro hay altos funcionarios que defienden el régimen y se convierten en obstáculos de los cambios, incluso obstáculos para la política de paz. Decimos esto para entender mejor y buscarle salidas al congelamiento de la mesa de diálogos entre el Gobierno y el ELN, en donde quieren reversar la Agenda de México y volver al ineficiente y anacrónico modelo de Desmovilización, Desarme y Reinserción que desarrolló Santos.
El karibe sigue movilizado
El karibe es consciente que las transformaciones tienen certezas cuando es el mismo pueblo que las impulsa; sabe que los clanes regionales y el poder central siguen en el poder, pues toda la maquinaria política, económica, militar e ideológica está en manos de esos corruptos. ¿En manos de quienes están las grandes contrataciones? De los mismos. ¿En manos de quienes están las gobernaciones, con la excepción de la del Magdalena? De los mismos. ¿Quienes impulsan y financian al clan del golfo? Los mismos.
Hoy el pueblo karibe sigue movilizando contra los malos y caros servicios públicos, por educación, por mejoramiento de vías, por los derechos de las mujeres, por el trabajo y contra el paramilitarismo. Es decir el karibe colombiano sigue movilizado y organizándose para lograr su bienestar, la democracia y la paz que necesitamos todas y todos los colombianas y colombianos.
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