
DE REOJO… OJALÁ NO PASE DE LARGO
Comandante Antonio García
La semana que pasó la justicia miró de reojo a Uribe y se le asomó cojeando, como es lo acostumbrado en estos casos donde la élite, así sea emergente, siguen los largos trámites, donde muy seguramente aparecerán todas las argucias y marrullerías, para enredar la llegada de la justicia plena, ojalá no pase de largo.
Dicen que los dictadores y dictadorzuelos son muy dados a construir su poder con fuerza y violencia, ponen en práctica el viejo argot popular: «con las bayonetas todo se puede hacer, menos sentarse encima de ellas». Pero es exactamente lo que ellos hacen, así empiecen diciéndo: «te doy en la cara marica».
Uribe siguió los pasos que 10 años atrás había caminado Fujimori en el Perú, quien también terminó en prisión por sus fechorías.
En el caso del juicio a Uribe lo que llama la atención son los tres delitos por los que se le condena en condición de determinador: fraude procesal en concurso homogéneo, soborno en actuación penal también en concurso homogéneo y soborno simple.
Pareciera que no se le encuentra culpable de los delitos que cometió, pues ahí lo que aparecen son delitos de obstrucción a la justicia, o sea las marrullerías. Aunque la gente dice ‘por algo se empieza’, pues a más de la obstrucción a la justicia, en la que lleva más de 13 años, se le debería condenar por los delitos y crímenes reales.
Uribe está implicado en la creación de grupos paramilitares quienes ejecutaron incontables masacres y asesinatos selectivos, así como también de miles de los mal llamados «falsos positivos» realizados por las Fuerzas Militares durante su mandato, cuando se lució el general (r) Mario Montoya, quien le solicitaba a sus tropas los resultados en «libros de sangre».
O ¿será que no van a sacar de las gavetas de la justicia los expedientes completos? Es de público conocimiento que Uribe fue creador de grupos paramilitares, como el Bloque Metro y su Vicepresidente Pacho Santos metió la mano para crear el Bloque Capital. También con Uribe se levantó el emporio de Pablo Escobar, pues siendo Director de la Aeronáutica Civil otorgó licencias a diestra y siniestra para que volara sus aeronaves cargadas de «mercancía», eso fue lo que disparó el negocio de Pablo Escobar y lo convirtió en el Cartel de Medellín. Claro, cuando eso no era Álvaro Uribe Vélez, sino el «Doctor Varito», como cariñosamente de decía Pablo.

