El MACHISMO OTRO MAL QUE AQUEJA A COLOMBIA
El machismo ha sido uno de los grandes males que aqueja a Colombia, los indices de feminicidios, violencia de género y desigualdad que se dan en la región son alarmantes. Solo en lo que va de 2022, han habido 40 asesinatos de mujeres en todo el país.
Este es un problema que viene en aumento, en el 2021, 3290 mujeres fueron asesinadas de forma violenta, según informes del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. De los cuales 104 casos sucedieron en el Atlántico.
Las desventajas laborales son otro reflejo del machismo que impera en el país, debido a que el desempleo en mujeres supera en casi un 12% al de los hombres, para el 2021 aproximadamente dos millones de mujeres no lograron ingresar al mercado laboral para ejercer sus profesiones universitarias, según un reportaje publicado el el portal www.elColombiano.com. Afianzando así la feminización de la pobreza, con la cual muchas mujeres han tenido una lucha histórica en un país donde luchar por los derechos cuesta la vida.
El machismo como política
En las esferas políticas el machismo también se hace presente, muy a pesar de que a través de sus luchas, las mujeres han lograda obtener algunas cuotas de género, la brecha de participación en cargos políticos está muy por debajo con respecto al de los hombres, más allá de que las mujeres forman parte del 51% de la población del país, solo el 12% de las alcaldías y consejos son representados por mujeres, frente al 88% que está representados por hombres, escenarios similares se presentan en las gobernaciones donde el 84% son hombres y en el congreso solo el 19% son mujeres.
En el caso de la costa, de los 25 senadores que resultaron electos en el 2018, solo 5 son mujeres.
A parte de la exclusión, la misoginia es otro de los males con los que tienen que luchar las mujeres que llegan a ocupar cargos importantes en la política, donde son atacadas, no por su desempeño dentro del cargo, o por las denuncias que puedan hacer, sino por las relaciones pasadas, si han sido amantes o no de algún otro político, como es el caso de la excongresista Aida Merlano, quien denunció la compra de votos por el exalcalde de Barranquilla Alex Char, así como casos de corrupción y hechos aún más graves como es el haber sido violada, sin embargo tanto medios de comunicación tradicionales, como en las redes sociales lo único que parecía importar era el hecho de que había sido amante del Char, desestimando así todas las graves denuncias que hacía Merlano.
Otro caso es el de la congresista Jennifer Arias, quien fue elegida presidenta de la Cámara de Representantes y tiene varias acusaciones sobre presuntas relaciones con personas y empresas vinculadas al narcotráfico y sin embargo el escándalo y ataque moralista en su contra se da por unas fotos sexualizadas de algunos años atrás. Lo que demuestra que los argumentos que se utilizan contra las mujeres dentro de la política están cargados de comentarios sexistas y estereotipos dirigidos a atacar a la mujer como género, desestimando así sus desempeño en los cargos que ejercen.
En el caso de las lideresas sociales y todas las mujeres que luchan por sus derechos y los derechos de todos enfrentando cara a cara el conflicto armado que desde hace casi un siglo se da en Colombia, sufren el machismo de una forma más cruel y violenta, debido a que pasan a ser víctimas de guerra, son violadas, torturadas mutilando y quemando sus partes intimas como castigo por luchar contra el sistema que las oprime por ser luchadoras y mujeres.
Por eso es necesario que para construir una verdaderas matria apostemos por políticas donde las mujeres tengan oportunidades equitativas y realesde participación, donde sean valoradas o juzgadas por su desempeño en las tareas o labores que ejerzan y no por el hecho de ser mujeres.