Karibeño Rebelde

Así amasan la fortuna los Char

 

Podría decirse que la miseria de la costa tiene nombres y apellidos. En el Caso del Atlántico este se encuentra en manos de los Char. Una familia de origen sirio que ha sabido apoderarse de la región, utilizando su poder económico para dominar la política y ponerla a su servicio, tumbando por completo la falsa creencia de que “si el político es rico no roba al pueblo”.

Con cadenas de supermercados, con más de 371 sedes en todo el país, droguerías (cadena Olímpica), empresas de construcción, bancos (Serfinanzas), cadenas radiales (Olímpica Stéreo, Emisora Atlántico y Radio Mil) y hasta el equipo de futbol (El Junior de Barranquilla), contando también con el poder de las empresas Aeropuerto de Oriente, SAS, Sonovista, (empresa publicitaria), Laboratorios Best, Empaques Transparentes, Puerto de Barranquilla y Portales Urbanos, de acuerdo a un artículo publicado en el portal www.pulzo.com. Los Char se han convertido en el poder económico más fuerte de la Costa Karibe.

Este poder les ha permitido crear una política feudalista en la región, donde ellos se comportan como los patronos, incidiendo en la política una de forma coercitiva, que va desde obligar a sus empleados y familiares a apoyarlos en los procesos electorales, bajo el esquema de “si no votas te boto”, un secreto a viva voz, expresado por sus empleados. Hasta compra de votos.

El dominio político generado por su poder económico les ha permitido estar en diferentes cargos de elección popular, lo que les facilita manejar contratos amañados que les engordan aún más su fortuna, como es el caso de “Las megacontrataciones… en obras de construcción como la de Malecón y la Avenida del Río, en las cuales Inversiones Jacur -empresa de Alex Char- se quedó con 243 mil millones de pesos”. Según el artículo Los cuatro casos que enredan al clan Char; escrito por María Restrepo. Esto sin mencionar escándalos como el de Odebrech, o el de Héctor Amaris, el “Oso Yogui”, quien manejaba todos los temas de corrupción de Álex: las empresas fachada, la entrega de coimas a políticos y contratistas y todos los temas financieros”, denuncia hecha por la excongresista Aida Merlano.

Según aseguró Merlano en las declaraciones hechas a medios, Alex Char en su período como alcalde de Barranquilla, se quedaba con el 30% del dinero destinado a las obras y el otro 70% se iba en comisiones a los contratistas y ejecución, en resumidas cuentas se robaba el dinero destinado a mejor la calidad de vida de los barranquilleros, desmostando completamente el mito de que, “político rico no se roba el dinero del pueblo”. como se mencionó anteriormente.

Otro escándalo olvidado es el de la empresa constructora Edubar, de los hermanos Char, la cual tenía la concesión y los recursos para construir el Hospital Mental de Barranquilla, cuyo inicio sería en el 2017 y hasta ahora no existe ni edificio, ni informes de los recursos destinados.

El negocio de las drogas

Dentro de la gama de negocios que los Char han manejado, existió uno que se ha dejado en el cajón del olvido y es el del narcotráfico, según informes de una alianza de medios que promueve el periodismo de investigación, los Char en la década de los 90 trabajaban con el llamado Cartel de la Costa, una organización delictiva liderada por alias el Caracol (Alberto Orlande Gamboa). De acuerdo al informe, Fuad Char (padre de Arturo y Alex) junto a otros miembros de la familia, eran los encargados de mover la droga, lavar activos y ser testaferros del cartel.

Al parecer en cuanto negocio turbio y escandaloso existe el apellido Char está metido, pues en el 2021, cuando sale a la luz el escándalo de los Pandora Papers, en la cabeza de la lista aparecen los Char con 13 sociedades ‘offshore’ registradas en Panamá y en Delaware, Estados Unidos.

El debilitamiento y desgaste de los clanes políticos de la costa es cada vez mayor. La conciencia de cambio en las organizaciones populares, los movimientos sociales, las comunidades y veredas de el Karibe profundo, cada vez toman más fuerza, el pueblo quiere política de vida en todos los rincones de Colombia y da pasos agigantados en esa dirección. Para que ese cambio se dé de forma total en el Karibe, es necesario sacar del poder a los clanes mafiosos y sus aliados.

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