CAMILO PRESENTE
Camilo Torres Restrepo, un cura rebelde que fue capaz de dejar todo para luchar por generar un cambio en Colombia, basándose en los verdaderos valores cristianos, que logró resumir en lo que el llamó el Amor Eficaz.
Tuvo una destacada participación en la palestra política, materializada a través de la creación del Frente Unido del Pueblo, que con su plataforma de diez puntos logra recoger las necesidades de todos los colombianos, sumando así a distintos sectores que se unen, más allá de sus diferencias políticas, para luchar por un bien común. Propuesta que sigue vigente y que hoy por hoy se ve reflejada en las múltiples vías que asume el pueblo colombiano para generar el cambio.
Camilo fue y sigue siendo sinónimo de unidad nacional, de lucha por los derechos de todos y para todos, por ello sus pensamientos viven en todo el que es capaz de desprenderse de su vida para luchar por sus derechos y los de los más vulnerables. El cura guerrillero, como también es conocido se hace presente en las organizaciones y movimientos que trabajan unidos por la paz de Colombia, en las víctimas desaparecidas por el Estado terrorista, pues el mismo es uno de ellos, porque el Estado en un acto cruel y cobarde hasta el día de hoy se niega a revelar donde está sus restos.
Se hace presente en los líderes que se ven obligados a entrar en la clandestinidad por defender sus ideas y el derecho a una vida digna para los colombianos, porque eso fue lo que empujó al Comandante Camilo a tomar las armas, cuando el gobierno lo persiguió por ser la opción de cambio en ese momento. Uniéndose en las filas del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) en 1965, por su afinidad con las propuestas políticas.
También está presente en quienes son capaces de dar hasta su último aliento de vida para defender sus ideas, pues Camilo murió en combate el 15 de febrero de 1966, en Patio Cemento Santander al enfrentarse al ejercito colombiano, pero sus ideas se hicieron más fuertes y germinaron como semillas en tierra fértil, en el corazón y la mente de todos los colombianos.
Por eso es necesario seguir en la lucha por un país donde todos sean escuchados, donde comer no sea un privilegio, donde todos puedan vivir sin miedo a pensar diferente, donde los niños puedan ser el futuro de Colombia y no el número de una estadística de desnutrición y muerte. El llamado es a seguir los pasos de Camilo y dejar hasta el último aliento para lograr la Colombia que todos merecen.