Karibeño Rebelde

Casi un siglo luchando por los mismo derechos

 

Cada 8 y 9 de junio se conmemora en Colombia el día del estudiante caído, en honor a luchas estudiantiles realizadas en diferentes décadas, sin embargo los objetivos eran los mismos; protestar contra los abusos y asesinatos del Gobierno, exigir una educación gratuita, de calidad y con mejores condiciones para los estudiantes. La respuesta por parte del Estado fue la misma: estudiantes asesinados.

El primero de estos hechos se originó el 7 de junio de 1929, cuando estudiantes de la Universidad Nacional salieron a protestar por las Masacres de las Bananeras y en el que fue asesinado Gonzalo Bravo Pérez, frente a la sede de la Presidencia de la República.

25 años más tarde, entre el 8 y 9 de junio de 1954, durante una marcha realizada por estudiantes de la Universidad Nacional para conmemorar los hechos donde fue asesinado Bravo, hubo enfrentamientos entre estudiantes y policías, horas más tarde los manifestantes regresaban a la casa de estudios y fueron atacados a bala por miembros de la fuerza pública siendo asesinado Uriel Gutiérrez y diez estudiantes más.

En 1973 cuando estudiantes de la universidad de Antioquia conmemoraban el día del estudiante caído, nuevamente organismos de seguridad del Estado arremeten contra los estudiantes asesinando a Luis Fernando Barrientos.

Sigue el asesinato de estudiantes

En la universidad Popular del Cesar (UPC), Valledupar en 1997 fueron asesinados tres líderes estudiantiles: Jose Cuello Salcedo, Elizabeth Córdoba y Rosilda Arias, a manos del paramilitar Jorge 40 -padre del representante a la Cámara de Paz, Yuyo Tovar-.

Otro caso es el de Hugo Elías Maduro Rodríguez, líder estudiantil de la Universidad del Magdalena que fue asesinado en el año 2000, por grupos paramilitares que para esa época tenían controladas las universidades de la costa Karibe

O como en las últimas protestas donde hubo más de 80 asesinados entre jóvenes y estudiantes, entre los que se encontraban Dilan Cruz y Lucas Villa (un año más tarde) quienes fueron asesinados por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).

Sin duda alguna los estudiantes han ganado terreno en sus luchas, mientras el Estado sigue con la misma política de hace más de dos siglos; masacrando a todo aquel que piense diferente.

Vanguardia en la lucha

Hoy, en una Colombia de cambios y que encuentra fuerza en la memoria e ideas de sus caídos y desaparecidos para seguir luchando, los estudiantes siguen siendo vanguardia en el intento por establecer la democracia en el país e innovando en las formas de protestas pues en el pasado Paro Nacional (2021) más de diez mil estudiantes se dieron cita en una marcha virtual, donde establecieron una conversación simultanea para tratar los temas que históricamente aquejan al país y buscar una solución a la crisis, evento que hasta ahora no ha tenido comparación con ningún otro en el mundo.

Los estudiantes y jóvenes colombianos avanzan en las distintas formas de lucha entendiendo la importancia de las redes sociales en la batalla de las ideas, sin dejar de lado la toma de las calles y los movimientos estudiantiles, desafiando la represión del Estado y dispuestos a arriesgar la vida en la lucha por los derechos de todas y todos.

El cambio necesario está en su estado de madurez y es más real la posibilidad de construir un gobierno que no asesine a los jóvenes y estudiantes y por el contrario, le garantice la vinculación a la academia, la economía, la cultura, el deporte y la política. Los jóvenes y estudiantes son el motor que impulsa la transformación del país y la esperanza de una Colombia en paz.

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