COMO VA EL AMOR
Se ha posicionado que al finalizar el año se hacen los balances. Se mira como marchamos. En el caso de la Región Karibe haremos una notas tomando como referente el amor. Creemos que una una sociedad se debe evaluar por lo que va construyendo de amor. Ese amor consiste en vivir bien o en términos costeños la buena vida, el vivir sabroso, o en términos indígenas el Buen Vivir. Cada día las sociedades en su marcha deben encaminarse a ese logro, no solo de los seres humanos, sino de la madre naturaleza de la que hacemos parte integral. Una vida en armonía con la totalidad de los seres vivos.
Los seres humanos podemos alcanzar un buen nivel de vida. Pero si ello se produce destruyendo el ambiente, provocando la muerte de nuestros hermanos y parientes, u otros seres vivos, es una sociedad que no es apta para reproducir la vida y está faltando a la buena política. La buena política se basa en la vida. Esto debe ser más evidente en la región Karibeña en donde tenemos todo para ser una potencia de la vida.
Corrupción, pobreza y drogadicción: el desamor
En toda la región la pobreza mantuvo altos índices, siendo mayor en los territorios rurales. Expresando una enorme brecha entre ambos modos de vida. La desigualdad social sigue creciendo, concentrándose los ingresos y la propiedad en una casta mafiosa, corrupta y explotadora identificada como los Clanes.
Sigue la tendencia de aumento de la violencia. Casi no se puede vivir. Todos los días se cometen masacres o asesinatos por distintos motivos. Los robos, atracos y la extorsión son frecuentes en una sociedad karibeña con pocas oportunidades de educación, trabajo y el cuidado de la vida. El sicariato se ha convertido en el principal empleo para una juventud desconectada y conducida al consumismo. Consumismo que no consume y por ello obligada a seguir matando y robando. Y sus empleadores siguen explotando a esa masa de jóvenes.
No es extraño que en estas condiciones y circunstancias sociales el microtráfico se haya convertido en un negocio rentable para los grupos mafiosos. Negocio que mata y envenena a la sociedad. Los karibeños vemos como crece la drogadicción y su venta se hace en cualquier lugar. Los colegios y universidades son apetecidos por que los centros de educación, los centros del conocimiento son peligrosos para los clanes y su poder.
Esta realidad cruda y jodida no es por obra y gracia de ningún Dios. La corrupción es un alimento de la violencia y la pobreza. El dinero robado es un despojo a la salud, la educación, al empleo, al cuidado de niños y niñas, es un robo a los programas de beneficio de la gente. Con la violencia el corrupto se roba las tierras, los parques naturales, el agua, vende todo lo que es de todos para su provecho y despoja de los bienes para la vida a una gran población.
Si se puede
En esta maraña de pobreza, violencia, desigualdad, drogadicción y otros males, hay un departamento que avanzó en hacer cambios en esta situación. Ese departamento es el Magdalena. El Magdalena ha sido reconocido por ser el de menos pobreza. En el 2021 la pobreza era del 32.4% y en el 2022 fue del 23 % El desempleo paso del 11.6 % a 9.77% en un año. Aumentó la cobertura del servicio de agua pasando en lo rural del 39.47 % al 67.12 %.
En el Magdalena la cobertura del alcantarillado pasó en lo rural del 4.8 % al 8.20 %. La salud llegó al 95.76 % en todo el departamento y se becó a 9 mil jóvenes para estudiar en la universidad totalmente gratis. Se le brindó educación a 32 mil adultos mayores que estaban en condición de iletrados.
Todo esto se hizo en un año en donde el presupuesto del departamento fue negado por el Gobierno de Iván Duque. Para el 2023 todavía se avanzó mucho más. Toda esa mejoría en la superación de la pobreza se debe a que es un gobierno para la gente y ejecuta programas para mejorar las condiciones de salud, de educación, de servicios públicos, de atención a la juventud, a los mayores, mejorando el nivel de vida de la niñez. Por ejemplo el programa de salud en casa facilitó que el médico busque a la gente y no la gente a los médicos. Pero fue un factor importante ser un gobierno de combate a la corrupción.
Tanta promesa de años y años por los mismos politiqueros se demostró que pueden cambiarse con trabajo en equipo entre la gente y las instituciones del gobierno que se preocupan por gobernar más y robar menos.
Esta es la razón por la cual le roban la alcaldía al movimiento Fuerza Ciudadana y por lo que volvió a ganar la gobernación del Magdalena.
Movilización popular y de la ciudadanía una clave para avanzar
El esfuerzo en este año en la Región Karibe debe estar centrado en desatar la mayor movilización popular y ciudadana para lograr cambiar las malas políticas que pretenden hacer desde los gobiernos de las alcaldías y gobernaciones. Estas en su mayoría están en manos de la misma mafia, clanes de la corrupción, de la violencia y propiciadores de desigualdad y explotación. Todos los derechos tienen que ser exigidos. Hay que seguir aprovechando los espacios abiertos por el Gobierno Nacional, como las asambleas campesinas. Aprovechar el espacio de recuperación de tierras por la Agencia Nacional de Tierras que ha devuelto propiedades colectivas despojadas. Todo lo positivo del Gobierno de Petro debe ser impulsado.
Afortunadamente hay una gran cantidad de movimientos sociales que están a la cabeza de los cambios los que deben fortalecerse. El movimiento feminista y de la diversidad de genero; los movimientos de los pueblos étnicos -afros, negros, palenqueros e indígenas- deben establecerse en toda la región avanzando en sus derechos.
El movimiento ecológico tan rico, diverso y amplio debe impulsarse y posicionarse en la lucha por la defensa y reproducción de la vida. Las expresiones culturales y del cuidado de la vida son de vital importancia. Las expresiones de autocomunicación masiva deben ser impulsadas y seguir tejiendo su articulación. La izquierda debe superar el sectarismo y el mal habito de andar cada quien por su lado.
Todos estos movimientos anuncian las buenas nuevas de un buen vivir. Potenciando los nuevos movimientos sociales vamos a ser capaces de seguir sembrando embriones de esperanzas donde florece una nueva conciencia, donde se tejen cambios sustanciales de las comunidades rurales y urbanas y va surgiendo una nueva región. La sociedad karibeña del amor.