EL INVIERNO EN LOS TIEMPOS DE LA CORRUPCIÓN
Karibeño Rebelde
Edición Nº 262
Miguel Pimienta Cotes.
El invierno se ha convertido en tragedia para la gente del Karibe colombiano por cuenta de la corrupción y el modelo económico impuesto por el imperio norteamericano y las élites dominantes. El símbolo de la fertilidad y la esencia poética y de alegría de las lluvias le han cedido el paso a desgarradores dolores y angustias de la gente trabajadora y buena de nuestras tierras.
Como en todo el país, en la costa atlántica las que sufren las tragedias ambientales son las personas empobrecidas, principalmente las mujeres, ancianos, niñas y niños. Unas veces es por la falta de agua para beber y demás necesidades y en otras ocasiones, como la actual, es porque tienen el agua en el cuello, como lo denunciara un indígena wayuu del municipio de Uribia, en La Guajira.
Desde que las empresas transnacionales comenzaron a saquear nuestros bienes naturales, a destruir hermosas y fértiles tierras, a contaminar nuestras aguas, desviar los cauces de nuestros ríos, de manera directamente proporcional aumentaba la miseria y empeoraba la calidad de vida de nuestra gente. Y esto se agudiza con la corrupción como forma de acumulación de capital consustancial al actual régimen político en Colombia.
Hay que tener claro y no dejarse engañar por los grandes medios de comunicación propiedad de los oligarcas y las mentiras de funcionarios corruptos: la tragedia que vive nuestra gente no es por el invierno, es la consecuencia de la destrucción de la naturaleza por parte del modelo económico extractivista y la corrupción.
Esta más que documentado que existen grandes carteles de las contrataciones en el ámbito nacional, regional, departamental y municipal. Eso es la corrupción que está amparada por el régimen político y su faceta narcotraficante. La plata que derrochan en épocas electorales son solo inversiones con altas tasas de ganancia una vez salen elegidos.
Que llueva que llueva
Los corruptos parecen cantar esta paradoja con la canción infantil: ¨que llueva, que llueva, contrataciones nuevas, los corruptos ansían, la plata se levantan¨. Es que siempre ha sido así: nos regalan la enfermedad y luego nos venden la medicina a altos precios.
El municipio de Uribia entre el 2023 y el 2024 ha recibido 76 mil millones en maquinaria amarilla para mantenimiento de vías y adecuación de cauces, pero la realidad demuestra que esa plata quedó en manos de los corruptos. Asimismo, en la Mojana hay miles de millones en manos de los corruptos. Está demostrado que esta clase en el poder son unos verdaderos mercaderes de la muerte, el dolor humano y de la madre tierra.
Todo el Karibe colombiano es un mapa de tragedia, cuando no es la sequía y escasez de agua son las inundaciones; miles de damnificados y desplazados por la desidia y la corrupción. Hay tragedias en el Magdalena, Sucre, Córdoba, Cesar, en fin en toda la costa.
Un Gobierno de Nación y un nuevo modelo económico es la solución
Las olas invernales y demás fenómenos climáticos son imposibles de frenarlos en su totalidad, pero si se puede diseñar medidas para que no haya afecciones a los seres humanos y sus bienes. Eso no se logra con medidas asistencialistas, sino con verdaderas políticas de Estado que minimice los riesgos; entre esas políticas está la de frenar la destrucción de la naturaleza, política de hábitat y vivienda con dignidad, reforma urbana y rural de manera integral y con sentido popular.
De igual manera, que los organismos como la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) dejen de ser una cueva de ladrones y se convierta en una verdadera entidad que gestione recursos para evitar catástrofes.
Planteamos que se hagan verdaderos ejercicios democráticos, en donde las comunidades tengan poder de decisión para enfrentar los fenómenos naturales, puesto que por nuestra ubicación geográfica seguiremos expuestos a tormentas, mareas, olas invernales y de sequía. Que sean los intereses de las comunidades los que prevalezcan y no los intereses de las transnacionales y las elites corruptas.
Como Frente de Guerra Norte Comandante José Manuel Martínez Quiroz del ELN, nos solidarizamos con la gente damnificada, víctima de la corrupción, del modelo económico y ambiental que impera en Colombia. Para frenar el cambio climático hay que acelerar el cambio político en beneficio de la gente y demás formas de vida que existe en el Karibe y en Colombia.