«El pensamiento patriarcal privatiza a la mujer»
Juana Julia Menco lideresa barrial del Atlántico, mujer luchadora que paso a paso se ha convertido en un referente de cambio y transformación en el Karibe y sobre todo en su querida Quilla como suele decir. Su fluidez para describir la realidad y caminos de superación a los duros retos de una vida libre de violencias habla de su alta sensibilidad social y humanista.
En esta primera parte dejemos que sea Juana Julia Menco quien nos guie por esos buenos caminos de la dignidad.
¿Cuál es la situación de la mujer en el Karibe?
En el Karibe y específicamente en el Atlántico, uno de los temas que se podría considerar fundamental es el de la desigualdad social y con ello el del desempleo. También hay unos problemas que a nivel de familia afrontan las mujeres del Karibe, referido a la violencia intrafamiliar, en donde la mujer experimenta todas las violencias hasta el punto de llegar al feminicidio.
Otro de los problemas de la mujer karibeña es la dependencia que existe hacia el compañero, en el sentido que es el hombre quien trabaja, el que provee a la familia. Por eso es que esa mujer aguanta tanto. Se llega a decir que son masoquistas y no es así. Es la dependencia económica y la inseguridad que ello trae, por que la mujer no tiene condiciones de asegurar y ayudar para el sostenimiento de sus hijos y eso es lo que la lleva a tener que aguantar, aguantar hasta que ella toma la decisión de romper esa relación y muchas veces ese hombre decide acabar, muchas veces, con la vida de la mujer.
¿Hablemos sobre la violencia contra las mujeres?
Sin duda este es uno de los problemas grandísimos al que nos estamos enfrentando las mujeres en el Atlántico. El año pasado según las estadísticas, hubo 35 feminicidios, 45 homicidios de mujeres, mientras que en el año 2020 hubo 20 homicidios; esto lo que nos dice es que en lugar de ir disminuyendo lo que va es aumentando el asesinato a mujeres.
El movimiento de mujeres ha estado al frente de esta situación y lo que se analiza es que tenemos que formar a las mujeres, es muy importante la formación a nosotras sobre ¿cuáles son las rutas que se debe seguir ante una amenaza y cuando su vida esté en una situación de riesgo?. Es una labor que también deben estar haciendo las instituciones como la secretaria de la mujer y la oficina de la mujer distrital y departamental.
¿Es posible que las instituciones estén corrompidas?
Hay unas condiciones que se vienen dando que impiden una buena gestión hacia estas problemáticas y nos referimos al tema de la corrupción que hay al interior de las instituciones gubernamentales que pueden actuar para bajar el nivel de los feminicidios y la terrible violencia hacia la mujer. Lo que está pasando es que el dinero que debería ser utilizado para esto se desviá y estamos exigiendo una veeduria de mujer y género y hasta ahora.
Esto nos lleva a nosotras a ser veedoras, a estar pendientes que las denuncias puedan ser atendidas por la Fiscalía, que haya atención inmediata en estos casos. Porque la Fiscalía de un 100 por ciento de los casos denunciados solo podrá atender un 40 por ciento. Realmente no son eficaces y hay muchos casos en la impunidad. Muchos de esos hombres que se presumen que son asesinos no se judicializan, siguen campantes en las calles, están en sus casas y conviviendo con la comunidad cuando ellos son feminicidas.
¿Hay necesidad de acompañar a las víctimas?
Una de las necesidades es formar a las mujeres en el tema de género, del autocuidado, las rutas a seguir frente a una amenaza, al ser violadas. También podríamos decir que se ha incrementado el desempleo y les toca a muchas mujeres prostituirse y son en su mayoría mujeres muy jóvenes, muchas dejan el estudio, otras se meten a esas propuestas de microtráfico. Hay una modalidad que las mujeres hagan una vuelta y terminan siendo asesinadas. Son mujeres que terminan siendo presas en medio de unos conflictos que no saben, en medio de tantas necesidades, a que se están exponiendo.
A las organizaciones sociales de mujeres nos toca también hacer el acompañamiento a las víctimas y lo hacemos de manera voluntaria con nuestros propios recursos y tiempo. Vamos a una comisaria y allí no nos atienden o nos hacen esperar un tiempo y después nos dicen vengan mañana y de esa manera nos van diluyendo en el tiempo; los casos y las mujeres vuelven a casa y terminan inhabilitadas. Que tienes que esperar, que vente mañana, que vente pasado mañana y cuando se ve la situación ya la mujer resultó asesinada y allí tiene una responsabilidad la institución de gobierno. No se actúa con celeridad y prontitud para evitar muchas muertes.
¿Cuál creen ustedes es la solución que se debe dar para superar el feminicidio y que se reduzca la violencia intrafamiliar?
Los organismos que están al frente como oficina de la mujer y otros, deben ser más eficientes en el tema de la pedagogía, la mujer debe ser atendida cuando llegue a esas instituciones y ser considerada una prioridad porque está en riesgo su vida, tomar medidas drásticas frente al victimario en el tema del alejamiento.
Saber y conocer los derechos de las mujeres, del auto cuidado, lo cual debe ser un proceso que empiece desde la niñez, pues se debe saber que desde que hay un empujón o un jalón de cabello se comienzan los grandes hechos de ser víctima y de asesinatos. Y debe ser una formación desde las escuelas y estas son cosas que no se están dando. Hacer cumplir la ley 1257 que es la ley de mujeres libres de violencias. Esta Ley es muy deficiente por que no se pone en buena aplicación educando a hombres y mujeres. Formarnos en todo el tema de la convivencia de parejas y la familia. Educar tanto al hombres como a las mujeres.
¿Que papel puede jugar el recién conformado ministerio de la igualdad?
En estos días nos enteramos de esa buena nueva. Se debe tratar la igualdad de derechos y esperamos que se cumpla todo lo que allí se pretende alcanzar como objetivo y las metas que se han trazado. Llevar las políticas de igualdad a la realidad es una de las expectativas que hay en una sociedad llena de tantas desigualdades. Lo que más esta demandando la sociedad es que esta igualdad pueda ser efectiva. Es una cuestión positiva por que va a ser un ejercicio bien interesante de ver hasta donde es funcional.
¿Si es esencial un ministerio de la igualdad en Colombia?
Si, por que estipular muchas cosas en las leyes es fácil, por que el papel aguanta mucho. Lo difícil es llevarlo a la vida real, a una practica transformadora, por la cantidad de intereses mezquinos que viven y se aprovechan de la ausencia de derechos.
En una sociedad que ha vivido en la desigualdad hay muchos que no ven bien un ministerio y una política pública de la igualdad, por que muchos creen que debemos vivir en desigualdad y que las mujeres por ser mujer tiene menos derechos que los hombres y miran con desconfianza que una igualdad pueda empoderar a la mujer. Todavía ante el empleo hay una brecha de desigualdad, aunque tenemos derecho a igual empleo el salario es desigual y la mujer gana menos. Ademas después de la jornada laboral la mujer llega a la casa y tiene que continuar su jornada de trabajo haciéndolo ahora en la casa, atendiendo a las personas adultas, a los enfermos, a los niños, sin ninguna remuneración por eso. Allí la desigualdad es total.
¿Cómo ven ustedes las mujeres y el movimiento social el tema de la paz?. Que se necesitaría para hacer la paz?
El Karibe esta en una situación bastante crítica, creo que en toda Colombia, pero donde uno vive se da cuenta del tema de la inseguridad, de como ha aumentado el costo de la canasta familiar. Hasta hace poco una bolsa de zanahoria podía costar dos mil o tres mil pesos, hoy en día es una exageración pues vale ocho mil pesos. Uno va a la tienda y mañana cuesta tres mil, pasado mañana cuatro mil y así y uno se pregunta hasta donde va a llegar el costo de estos productos y en donde tenemos que consumir menos y no comer lo que ayer comías.
Todo esto genera mucha desesperanza y desesperación y si a nosotras algunas mujeres que tenemos unos pequeños ingresos para medio vivir, como sería de aquellas familias que no tienen casi nada. Esas familias numerosas como hacen para sobrevivir. Por eso es que se desatan los atracos en las calles, los atracos en los buses y la misma necesidad de la gente las lleve a rebuscar para resolver.
¿Y como viven ustedes esa violencia callejera en las comunidades?
Al subirse a un bus todos sentimos miedos. Ir al centro con un bolso tan grande es llamativo y me roban. El tiempo que debo durar en la calle y los lugares a donde debo ir se calculan para no ser fácil presa de un atraco. Lo único que yo saco a la calle es la cedula para asegurar la identificación y eso llevo es un fotocopia. Cuando sube alguien a un bus todos pensamos quien pudo ser por que nos ronda el temor al atraco. Ya el ladrón no tiene una vestimenta ni aspecto determinado, cualquiera puede atracar llevado por la necesidad. Se anda en mucha zozobra.
Llega a tal nivel de inseguridad hacia nosotras las mujeres, que cuando vamos en un bus alguien se sube se sientan a nuestro lado y comienzan a intimidarnos con una navaja o cualquier arma y comienza a decirnos que nos dejemos tocar y todo un abuso y violaciones. Las chicas en muchos barrios las toman dos o tres hombres y las violan, le aplican drogas para violarlas. La aplicación de muchas drogas es muy común para abusar de nosotras. Es una cotidianidad terrible, las niñas violadas de seis meses de edad nos muestra una sociedad enferma con mucha profundidad. Hay muchas situaciones de sicopatías.
Es muy frecuente que alguien mate enfermo de los celos diciéndole a una mujer si no eres mía no seras de nadie y le meten la perseguidora y muchas veces las mujeres no denuncian. Hay un caso de una líder comunitaria que fue asesinada por su expareja y ella nunca hizo una denuncia y toda la comunidad sabia que eso iba a suceder. No hacia esa líder denuncias públicas pero si le contaba aun circulo de amigas todo lo que le estaba sucediendo y nadie actuó. Miedo, parálisis y falta de tejido y acción comunitaria.
Lo que se rumora es que el excompañero la secuestro, la mato en la casa y se fue de la ciudad. Ahora todo queda en presunción y se llama el presunto feminicida. Por eso este año se siente la necesidad de que como movimiento de mujeres, emprendamos una acción muy amplia de educación y formación para restituir los lazos de comunidad y fortalecer una actuación que pueda prevenir y evitar feminicidios y homicidios hacia nosotras.
¿Ustedes como consideran a la sociedad en el amor? ¿Se está perdiendo el amor al prójimo, usted que piensa?
Nosotros estamos haciendo un llamado al amor. En nuestras organizaciones estamos llamando a la sororidad, al respeto, a mirar como solucionamos los conflictos que nos hacen daño. En la Oficina de la Mujer se ha evidenciado que hay mucha corrupción en donde los dineros se desvían, se roban y parece que no hubiera doliente por que aunque es una cuestión de conocimiento público nadie toca a nadie. Hay una descomposición tremenda y el patriarcado es muy duro ante el tema del amor.
Es una vaina impositiva, no tengo que darte explicaciones ni preguntarte nada por que tu me obedeces a mi y yo macho soy el que mando hasta en tu cuerpo y emociones. Entonces es una sociedad donde la familia también lleva y encarna este mismo modelo en donde como familia también comenzamos a formar a los jóvenes en una nueva masculinidad y transformar esos imaginarios de ser hombre.
Una cosa es ser macho y otra ser hombre. El macho es lo que la sociedad patriarcal ha venido construyendo y ser hombre es ser humanos con sentimientos, con dolores, que llora, que sufre y es amoroso, que amamos, que podemos estar al lado de una mujer para construir. El macho es yo soy el mejor, debo proveer para demostrar que yo puedo sin tener en cuenta a la que esta al lado, que puede aportar a que la carga no sea tan pesada y mayor.
Y cuando el macho provee puede exigir que la mujer desarrolle la sexualidad cuando el desea y es tratada la mujer como una cosa y se vuelve común esa frase de que voy a cobrar el arroz a la mujer. Y viene la apropiación privada del cuerpo y de la familia, pues las hijas e hijos son también míos, dice el macho. Y terminan muchos violando y embarazando a las propias hijas o hijas criadas. Todo este pensamiento patriarcal privatiza a la mujer y la descendencia. Esto debe cambiarse y es todo un proceso porque está metido en nuestros genes reproduciendo esta práctica. Y el movimiento de mujeres está dando estos debates y estas reflexiones.