Actualidad,  Karibeño Rebelde

EL RÉGIMEN COLOMBIANO Y LA LITERATURA

Por Eduard Atencio


La canción en contra de García Marquez que cantó Carlos Vive en una lujosa casa de Valledupar en los días del festival vallenato ha generado polémicas en las redes sociales; se multiplican comentarios a favor y en contra del artista y del escritor

Una canción fuera del contexto de la realidad colombiana nos ha de poner a debatir un tema de importancia: el régimen político y su persecución a los escritores colombianos. Francamente es tema para escribir un libro y mostrar la verdad de persecución, exilio y asesinatos a escritores y artistas en Colombia.

Uno de los primeros perseguidos fue el Tolimense Vargas Vila, quien se refugió en Venezuela para que no lo asesinaran y murió años más tarde en España en 1933. Vargas Vila es de gran valía literaria puesto que Junto al Poeta Cubano, José Martí y al Nicaragüense, Ruben Dario fueron los fundadores del Modernismo literario a finales del siglo XIX.

En 1937 asesinaron a Machetazo y a plomo al poeta oriundo de Santa Ana, Magdalena, Oscar Delgado por tener ideas de avanzada. Fue cofundador del movimiento literario Piedra y Cielo.

En 1991 asesinaron al poeta y escritor de Sogamoso, Santander, Julio Daniel Chaparro; quien en su Poema de los sueños, ahora, dice : hubo un tiempo en que soñamos: entonces éramos como soles, éramos viento.

Otros escritores, entre esos, García Márquez, Álvaro Mutis y Fernando Vallejo para preservar sus vida les tocó exiliarse en México, país que siempre ha sido generoso y hospitalario con las perseguidas y perseguidos políticos de NuestraAmerica y el mundo. Fue desde el exilio que pudieron escribir porque en Colombia corrían peligro sus vidas. Gracias al exilio en México tenemos Premio Nobel de literatura y Premio Rómulo Gallego, otorgados a García Márquez y Fernando Vallejo, respectivamente.

Hay una larga lista de escritores y poetas en el destierro, la exclusión, el asesinato y la amenaza por parte del régimen y sus fuerzas militares y paramilitares.

La persecución, el asesinato y el ostracismo que sufren los escritores, escritoras, poetas, poetisas y artistas que no se doblegan ante el régimen es parte de la doctrina de Estado, eso lo corrobora un documento del servicio de inteligencia colombiano, llamado Manual de Instrucciones de Doctrinas, Política que señala como agentes del comunismo o peor aun como criptocomunistas a varios escritores, entre esos, Manuel Zapata Olivella y al médico vallenato,Jose Francisco Socarras, pionero de la siquiatría en Colombia.

Con la misma medida e intensidad que persiguen a las mujeres y hombre de la literatura, en los colegios van eliminando el estudio y las lecturas de cuento literarios, novelas y poesías. El régimen colombiano, enquistado política, ideológica y culturalmente en el siglo XV ve como peligroso que los niños, niñas, adolescente y jóvenes tengan acceso a la literatura. La literatura fue vaciada de los pensum académicos en escuelas y colegios.

El sentido común de la elite dominante no logra asimilar que la literatura no es sinónimo de comunismo.

Al mejor estilo del fascismo en España, en cabeza de Franco, que asesinó al Poeta García Lorca y desterró a la generación del 27, el Estado y el régimen colombiano asesina y persigue a la palabra crítica, al diferente; es un sistema político que no permite la diversidad.

Hagamos todo lo posible desde la literatura y el arte para que esta y las próximas generaciones de colombianos y colombianas no repitan lo que dijo el escritor antioqueño Fernando Vallejo: «De pequeño descubrí que Colombia era un país asesino; el más asesino de todos; luego, me di cuenta que era un país atropellador y mezquino y ahora con la reelección de Uribe descubrí que era un país imbécil.

Desde el movimiento social, desde las diferentes experiencias de pedagogía popular, desde las redes, en nuestra vida cotidiana, en el trabajo retomemos la literatura y la poesía como algo propio del ser humano, regalemos poemas, recitemos poemas en las reuniones y sitios de trabajo. Es un ejercicio de emancipación y de autorrealización humana.

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