La creación según los pueblos de la Sierra Nevada

 

 

¿Cómo se creó el mundo y los seres que en el habitan? Es una de las interrogantes más grandes que existen con tres grandes vertientes, los que apoyan la teoría científica que habla de la evolución, los que se inclinan por una más religiosa que es la teoría creacionista y los que aseguran que una no excluye a la otra y hablan de la creación-evolución.

Dentro de la teoría creacionista, una de las más divulgada es la publicada en la Biblia, donde se asegura que Dios crea el mundo en 6 días. Comenzando con el día uno donde separa la luz de las tinieblas. El segundo separa Dios la tierra de los cielos, el tercer día Dios separó las aguas de la tierra y a la reunión de las aguas las llamó mares y mandó sobre la tierra se produjera todo tipo hierbas, semillas y arboles frutales.

El cuarto día creo Dios dos lumbreras, la mayor para señorear el día y la lumbrera menos para señorear la noche. El quinto día creó Dios cuantos animales hay en la tierra y debajo de ella, en las aguas y en los cielos y los mandó a multiplicarse por todo el mundo. El sexto día creo Dios al hombre del polvo y le dio aliento de vida y de su costilla creó a la mujer y les mandó a expandirse y multiplicarse y les dio dominio sobre todas las plantas y animales existentes.

Como esta existen muchas otras historias sobre la creación que varían de acuerdo a las religiones o culturas. En esta edición se hablará sobre el origen del mundo basadas en los grupos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Lo que permite conocer más sobre sus creencias y la relación con otros seres vivos y el ambiente.

Los Koguis

Según los Koguis el mundo y todo lo que existe fue creado por la gran Madre Gaulchováng quien era agua alúna, es decir espíritu de lo que iba a venir, pensamiento y memoria de todo según algunas teoríasella creó 9 mundos cada uno con sus propios seres. Luego tomó un bello púbico y lo untó con sangre de su mes y creó al primer hombre y le sopló vida, cuatro veces creó al hombre, el primero no tenía huesos, el segundo no teníacuerpo y el tercero no tenía fuerzas. El cuarto hombre ya era como es el hombre hoy (Sintána).

Sin embargo hasta ese momento no habían mujeres, pero la gran Madre tenía nueve hijas cada una era un tipo de tierra diferente y Sintána se casó con la hija menor Naboba (tierra negra), depositó unas piedritas pequeñas en su ombligo que empujó con el palito del poporo y así nacieron las primeras mujeres. Pero aún no había comida y de las mujeres y hombres se hizo comida, le las canillas de la mujer crearon la yuca, de sus muslos el ñame de sus riñones la batata, entre otros y del hombre hizo el maíz y de sus corazones hicieron más gente.

Los Koguis se hacen llamar hermanos mayores, debido a que según sus creencias ellos fueron los primeros y los extranjeros son sus hermanos menores. Para ellos la Sierra Nevada de Santa Marta es el corazón del mundo y la tierra es un ser vivo al que hay que cuidar y rendirle tributo por todo lo que da. Ellos son los encargados de mantener el equilibrio del mundo según sus creencias.

Los Aruhacos

Para los Aruhacos el mundo reposa sobre dos pirámides que son los pilares y a su vez este está conformado por nueve mundos que tienen origen en la Sierra Nevada de Santa Marta. “Según los Mamus (sabios) en un principio todos los seres vivían en oscuridad y eran espíritus que se preparaban para la luz. Todos los seres estaban juntos y no había diferencia porque se encontraban en anugwe, un estado en el que no existen cuerpos.

Para ese tiempo existía un sabio muy viejo Arwawiku, que enviaba mensajes a otros mundos para decirles que se aproximaba la luz. Este viejo emprendió un viaje muy largo mientras la comunidad preparaba sus casas para el nuevo mundo. Cuando llegó la luz los que no construyeron casas se quedaron viviendo en la oscuridad y solo salen en las noches, todos los demás seres recibieron un cuerpo. Arwawiku sigue cuidando a todos los seres desde los cielos”. Extracto de “Un mito sobre las cosmogonía Aruhaca”.

Los Kankuamos

Según los Kankuamos al principio todo era tinieblas y el creador supremo kankanuarúa quien era memoria, pensamiento y espirito un día despertó y la sabiduría llegó a el, se dio cuenta que esas dos pirámides (la Sierra Nevada) eran el mundo, también diferencio la noche del día y descubrió que estaba solo. Miró a lo lejos y vio una mazorca de maíz, le quitó las hojas, y se cayeron los granos, de allí nacieron los Wiwas, lo Koguis y los Aruhacos y de una mata de gûiro hijo al Kankuamo y de la mata de guandú hizo a la mujer para que fuera compañía del hombre.

Les dio vestidos y les enseñó a tejer y dotó de otros dones a otras personas para que hicieran todo lo que necesitaban, les dio su lengua y la responsabilidad de organizar a todos los hombres que vivirían en la Sierra. Según un artículo publicado en el blog http://atanqueztierrahermosa.blogspot.com “Mitos y leyendas Kankuamos”.

Los Wiwas

Los Wiwas aseguran que ellos fueron sembrados como semillas por el padre Serankua, para hoy ser reconocidos como seres humanos, en el mismo tiempo que el padre reconoció todo lo que hoy existe en la tierra, animales, plantas y agua. Al principio fueron creados de agua, sin sangre ni huesos y desde allí les dejaron el conocimiento de que debíamos hacer el bautizo (goun) en el río debido a que pronto tendríamos pensamientos, sangre y huesos y los ancestros les dieron el nombre.

Comenzaron a ser humanos y les dieron el pensamiento y se relacionaron con todos los elementos y fenómenos naturales. Revista de la Red de Bibliotecas Virtuales.

Dentro de las diferentes teorías creacionista expresadas existen marcadas similitudes, sin embargo existen diferencia dignas de resaltar, como el hecho de que en la cosmogonía indígena existe una relación de respeto y reconocimiento de las otras especies con las cuales se debe convivir, mientras que en la cristiana el hombre tiene una relación de dominio, lo que en gran medida a validado el poco respeto que desde la cultura occidental se le tiene al ambiente, generando un ataque voraz en su contra con consecuencias irreversibles que ponen en riesgo a la humanidad. Por eso el llamado es a reconciliarnos con esa cultura de convivencia y respeto al ambiente de los pueblo originarios y donde todos sean defensores y guardianes de las aguas, los suelos y todas las formas de vida. La lucha es por el planeta.