LA DEMOCRACIA DE LA CALLE
Comando Central (COCE)
Insurrección Nº 955
Una parte del país afirma que hay que defender las instituciones, mientras la gran mayoría decimos que hay que reformarlas; esta controversia marca el momento que vive Colombia, llamado ‘la hora de los cambios’.
Demuestra la ruina de la democracia representativa, los obstáculos que inventan los partidos tradicionales, para impedir las reformas que necesita el país, con lo que traicionan a quienes los eligieron, para actuar a favor de los intereses de la minoría de súper ricos, que les ordenan atascar las reformas que afectan sus privilegios; por esto, surge con vigor la democracia de la calle, como movilización y presión ciudadana que alza su voz, por ejemplo, contra el trato de guerra que el viejo régimen propina a la protesta social, que llevó en septiembre de 2020, a que la gente en Bogotá derribara decenas de centros policiales.
De mayor valor histórico fue el Estallido Social de 2021, que se alzó contra el empobrecimiento generalizado impuesto por el viejo régimen, en el que los de abajo se ahogan en la penuria, mientras los de arriba cada vez son más ricos; modelo miserable que sostienen por medio de la persecución y eliminación de todo el que se les oponga; esta es la causa del genocidio continuado que la élite dominante ejecuta contra los líderes sociales y defensores de Derechos Humanos.
El legado del Estallido Social del 2021 está en el Mandato de cambios que dejó para construir el nuevo país reclamado por las mayorías nacionales; llamó a dejar de hablar el lenguaje de “izquierda contra derecha”, para enarbolar la bandera de Los Nadie, de los de abajo que resisten a los de arriba; demostró que la unión del pueblo en la lucha, hace retroceder la maquinaria represiva del régimen; y además fue un canto a la solidaridad, a la empatía, como lo decían sus consignas: ‘no me falta nada, pero lucho junto a los que les falta todo’.
La resistencia contra el régimen tiránico dominante en Colombia, es más que legítima y se nutre de las enseñanzas del Estallido Social, que ante la ruina de las vías institucionales, convoca a la movilización por los cambios, único medio para democratizar a Colombia, en la ruta de lograr una mejor vida para la gente en una sociedad post capitalista, en que la economía le sirva a la gente y no deprede la Madre Tierra, y donde la nación colombiana haga valer su soberanía.