Karibeño Rebelde

Sinselejo Condiciones difíciles de vida, corrupción y educación en crisis

 

 

Por Kaleb Pimentel

Mira mi hermano, que condiciones de vida tan difíciles. Es usada para describir la vida difícil de todos los rebuscadores de la vida. Los 20 mil moto taxistas que ruedan y ruedan por la ciudad y sus municipios vecinos, los vendedores y vendedoras de todo hasta de su mancillado cuerpo, los revendedores de yuca, de maíz transgénico por que se perdió la semilla originaria. Las condiciones esclavas de personas que trabajan en el servicio laboral en las casas, de empelados que no se les pagan por sus servicios que trabajan en tiendas y otras ventas ambulantes. Un enjambre de gente pelando y pasando cable.

No es así, la pobreza ha aumentado, es otra de las frases recogidas la cual es para denunciar que mientras se dice que la ciudad está creciendo, los centros comerciales se remodelan y se esperan nuevos empleo y nuevas oportunidades hay otra realidad que no disminuye, la pobreza. Mientras más se invierte se ve más pobreza. Para este año las personas pobres en Sincelejo son el 57% de sus pobladores.

No me joda, nada que mejoramos en educación, se oye en los debates populares cotidianos. Más claro no canta el gallo decía mi madre cuando se revelaba una verdad. La cobertura de educación es bajísima. Sólo 27 de cada 100 estudiantes que terminan secundaria se vinculan a la universidad y de estos solo siete termina sus estudios. Y miremos esta perla. De acuerdo con la Contraloría General de la República hay un faltante de más de 343.458 niños, niñas, jóvenes y adolescentes que no están recibiendo alimentación escolar en el país. De esta cifra en Sincelejo hay 50.717 estudiantes que no reciben este alimento a pesar de que hay un presupuesto de $8 mil 404 millones de pesos.

Aquí todo se lo roban y nada pasa. Es la manera más fácil de denunciar y calificar a estos tipos de gobernantes que llegan al poder por dinero propio o ajeno que usan comprar votos y obtener el puesto deseado y estando allí se llenan los bolsillos para su propio interés y del circulo de los allegados. Y sigue, a pesar de muchas denuncias, el delito de la corrupción sin castigo. Lo que se ha mostrado en estos días es que funciona una maquinaria bien aceitada que desata un robo planificado como sucedió con las viviendas en mi querida San Andrés Islas. ¿Cómo se puede explicar que mientras la gente no sube en el consumo de energías el costo de este servicio sube hasta las nubes? Es la manipulación del costo para saquear los bolsillos de los usuarios.

Al igual que a la ciudad se nos vendió la idea de un departamento cero corrupción. Existen garajes disfrazados de clínicas para realizar cobros por servicios que no se prestan; el cartel de la educación y una larga cadena que permite decir que Sucre y Sincelejo están llenos de carteles de la corrupción. O están tomado por un régimen de la corrupción.

Caos social y esperanzas

Finalmente se dice que es una ciudad en el caos en todo sentido. Esta es una verdad a puño. Es un caos programado para beneficios de privados y de empresarios de todo pelambre. Los que venden y dotan de armas y de todo tipo de artefactos de seguridad a la policía, son los que siembran y estimulan la inseguridad.

Del caos social se le quiere echar la culpa al mototaxismo y a las ventas callejeras. Por eso se dice hay mototaxis por doquier para decir que afean la ciudad. Se desconoce que crecerá el mototaxismo y las ventas ambulantes al mismo ritmo que crecen las falta de empleos y de todo tipo de oportunidades para la gente pobre pero buena. Se desconoce que los moto taxistas y los vendedores ambulantes son actores de la economía. Son más de 50 mil personas que solventan la sobre vivencia. No pueden desconocerlos y criminalizarlos.

La economía que es el fundamento de administrar el hogar, nuestra casa grande, no puede separarse de las comunidades ni de lo natural y ser reducida a cuanto gano, cuanto vendo y perder su condición de estar al servicio de la vida. Por eso no se puede esconder que la economía del mototaxismo y otras afectan al negocio de los empresarios del transporte y el comercio.

Sin embargo el pueblo sincelejano no pierde las esperanzas y no se deja amedrantar. Se sigue organizando de muchas maneras y a pesar de los miedos que se agitan desde el poder de los mafiosos y sus criminales. Sabe el pueblo que un día cualquiera un movimiento sensible, comprometido y forjado desde sus entrañas asumirá el timón de esa nave y conducirla hacia el puerto de la felicidad y la dignidad hecha costumbre. La responsabilidad está en las manos del pueblo pues solo el pueblo salva al pueblo. La esperanza no se muere cuando tiene el sabor y la alegría de nuestra gente. Se puede marchitar un instante para después renacer.

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