Tío Conejo Abre el Debate
Ante la actual situación política del país, saco a colación la fabula “Tío Conejo Abre el Debate”, del maestro Manuel Zapata Olivella, de su libro Fábulas de Tamalameque. He aquí unos aportes. Conejo vestido de frac presidia la cesión, a su lado Tigre envidioso lo miraba con recelo ostentado una banda que decía candidato a a presidencia, cerca de él, Zorra tenía otra que decía, candidata a la secretaría general. Pero sus ambiciones se frustraron porque toda la asamblea en reconocimiento a sus servicios eligió presidente a Tío Conejo.
Cuando Tigre se enteró de que sus pretensiones habían sido negadas contó a Zorra; en cuanto se disuelva la asamblea y acabe la tregua de paz verá Tío Conejo, quien es el presidente efectivo y Zorra zalamera le adulaba, tu siempre has sido el rey y Conejo ha inventado este cuento de la asamblea sólo para destronarte.
A final de la fábula dijo Tío Conejo, queda abierta la asamblea, los oradores tomarán la palabra en el más riguroso orden de inscripción. No te confíes de los poderoso.
La llegada al Gobierno de Gustavo Petro y Francia Marquez, es producto de grandes movilizaciones, esperanzas acumuladas, cansancio de más de lo mismo, fruto de sangre derramada de lesiones físicas y morales a manifestantes. No podemos excluir el aporte de los demócratas, intelectuales, artistas y gente que jamás a ido a una marcha, pero quiere un cambio estructural para el país.
Hoy al igual que en la fábula ya comienzan a pelar el colmillo los tigres y zorras para evitar que abran la asamblea. Es decir profundizar la democracia y lograr la paz con justicia social. Al pueblo como a Tío Conejo, le toca movilizarse, para no sólo evitar que vuelva a gobernar la élite oligárquica, sino para profundizar la democracia, construir la paz, defender la naturaleza y ser una nación soberana con excelente educación y salud para todas y todos sin excepción.
Ya se escucha y se ve lo que se está tramando desde diferentes espacios, incluido los espacios de la coalición de gobierno; empantanar la posición de gobierno, posicionar liderazgos de derecha, desmovilizar al Ejercito de Liberación Nacional (ELN), y continuar de manera impune el asesinato a líderes y lideresas sociales.
Es un deber de todo y toda revolucionaria, de demócratas, de libres pensantes, de gente de avanzada y honesta, seguir movilizándose, desarrollar la lucha ideológica contra los clanes y poderosos regionales, denunciar la corrupción venga de donde venga y caiga quien caiga. Es el sector democrático, popular y revolucionario quien debe conducir la política desde la ética y eficiencia en las administraciones.
El objetivo en si de esos tigres y zorras no es derrotar a Tío Conejo, sino demostrar que un gobierno de corte popular, progresista o revolucionario, no es posible ni necesario en Colombia y que solo la oligarquía neoliberal y terrorista, alinderada a Estados Unidos, es la que puede gobernar eternamente. Los corruptos no están a favor del cambio, utilizan la política para enriquecerse.
Pueblo karibe, pueblo colombiano, como deja de moraleja la fábula, no te confíes de los poderosos.
