UN CAMINO HACIA LOS DERECHOS HUMANOS
El 10 de diciembre se cumple un aniversario más de la promulgación de los derechos humanos. Es un momento propicio para evaluar su marcha y visualizar las alternativas que nos deben llevar a derribar los muros que impiden que la mayoría absoluta de los humanos disfrutemos de esos derechos.
Lo que ha venido sucediendo con el Pueblo Palestino es una muestra grave del estado de los derechos humanos en el mundo. Palestina es un gran laboratorio donde se palpa con crudeza la ausencia de la vida y el desprecio del ser humano por una camarilla mundial que desconoce cualquier principio básico de humanidad. Incluso podríamos decir que también en Colombia se expresa con nitidez esa política anti-vida. Por algo se caracteriza a Colombia como el Israel suramericano.
Las cifras ayudan a dimensionar la realidad de la tragedia humana. Por donde sea el lado que se tome no dicen con facilidad que el capitalismo ha sido incapaz de brindar a todos la libertad, la igualdad y la fraternidad. La persistencia de la pobreza, la misera, las desigualdades con todo el mar de injusticias es prueba suficiente para que se derribe el fundamento de que la humanidad conducida por las leyes y principios que rigen la sociedad capitalista va a vivir en condiciones humanas plenas.
Igual acontece en Colombia y en la región del Karibe Colombiano. La publicación de la última encuesta de hogares reafirma la poca satisfacción de los derechos humanos para una parte significativa de su población. Esto es un fracaso histórico acumulado en un país que tiene todas las condiciones, abundancia de bienes comunes, diversidad territorial, abundante riqueza cultural y pujanza de su gente. La pobreza, miseria y los niveles apabullantes de desigualdad confirman ese fracaso, esa tragedia y continua violación de los derechos humanos en su integralidad. Como país hemos fracasado social, económica y moralmente y de allí se derivan la expresiones de complejos conflictos sociales y esa ola gigante de violencias.
La promesa de que el capitalismo, en su desarrollo, proporcionaría progreso y felicidad a todos en Colombia es cosa del pasado y no tiene serios argumentos prácticos para reafirmarse. Todo lo contrario han surgido nuevos muros que hay que derribar para ser un país en equidad. El muro mental de la exclusión y la racialización de la sociedad, ese muro mental, que cree a algunos seres superiores y escogidos, hay que desmoronarlo.
La misma realidad con distintos ropajes
Todos los programas de gobiernos hasta el año 2022 encabezan los objetivos con una palabra: eliminar la pobreza. Se han llamado con distintos nombres. Para cerrar la brecha; por un país en equidad, Colombia país de oportunidades y en fin, se ha vendido el sueño del desarrollo como el instrumento para superar la miseria y la pobreza y una Colombia de igualdad- Pero que pasa si desde el año de 1950 hasta el año 2022 el Producto Interno Bruto por persona se ha multiplicado casi 4 veces; si también ha aumentado el tamaño del Estado en estos 72 años quien maneja cada día mayor presupuesto, no se cierra el tiempo de la pobreza y nace el tiempo de la máxima felicidad para todos y todas.
Hay una fuerte explicación. Superar la pobreza necesita de un política basada en proyectos con continuidad en el tiempo. Proyectos de mediana y larga duración y esto contrasta con la naturaleza del capital. El Premio nobel de paz, el economista ….. dice que hay que reparar gobernanza y se pregunta «¿por qué deberíamos esperar que el sector privado resuelva un problema de bienes públicos de larga data, como el cambio climático? Es bien sabido que el sector privado es cortoplacista y que se centra enteramente en el lucro, no en los beneficios sociales.
Para ir a la concreta se necesitaría de una política y proyectos integrales, con una nueva gobernanza, para que ciudades con Sincelejo dejen de ser el primer territorio más pobre del Karibe Colombiano (49.5%) y Chocó el primer departamento de Colombia (con 62.3%).
El coeficiente Gini, que es el instrumento que se utiliza para calcular la desigualdad de un determinado país, que mide el contraste entre los ingresos de los más ricos y los más pobres, para Colombia fue en el año 2022 del 0.556. Cuando el coeficiente es cero (0) es una sociedad con excelente igualdad y si es uno es una aguda desigualdad. Somos uno de los paises más desiguales del mundo.
Es sabido que la reducción constante de la pobreza o su aumento va ligada a elementos políticos como la ausencia de corrupción, la burocracia, clientelismo, la eficacia de las políticas laborales y de impuestos, también tiene que ver con la justicia en la distribución de los recursos, a los precios de la canasta familiar, una política de empleo productivos, suficientes y de dignidad, a un crecimiento de la economía y producto interno bruto con justa apropiación y distribución de este, entre otros factores, también como lo social, lo cultural.
Ya se ha demostrado lo suficiente en esta sociedad del capitalismo que si crece el producto interno percápita no significa que se supera la pobreza y la iniquidad. Corresponde hacer una política de elevar la distribución de lo producido para que se apropie de ella la sociedad toda, de distintas maneras. De lo contrario con las mismas políticas de apropiación exclusivas en una minoría es una mentira.
Derribar otros muros para hacer realidad los derechos humanos
1. El muro de las alianzas y unidad política entre los grupos de poder, en todas sus matices, quienes creen que sus políticas son correctas generando empleo e ingresos para toda la población quien no se desarrolla por que son perezosos y cargados de flojeras.
2. Un cambio en el Estado que lo lleve a ser transparente, eficiente, desburocratizado, promotor de una política de los derechos humanos integrales son económicos, políticos, sociales, culturales, ambientales, militares y armónica, donde son clave los derechos de la naturaleza. Guiados por valores de la libertad, la vida, la dignidad, justicia social, la soberanía nacional y popular. Lo de Colombia estado social de derecho debe pasar de ser letra muerta a acción y disfrute cotidiano.
4. Colombia debe tener un Estado al servicio de toda la sociedad y estar al servicio de intereses privados. Derribar el muro de la privatización. Hasta ahora ha habido un estado ligado al clientelismo, a las empresas electorales, la corrupción e impunidad, al servicio de las transnacionales mineras y no mineras. De cada 10 asesinatos 9 se mantienen sin aplicación de Justicia. En fin un estado no militarizado ni paramilitarizado tomado por las mafias del crimen.
5. Derribar el muro del desarrollo económico con desigualdad social. Un efectivo desarrollo económico debe estar acompañado de equidad social. No es un gota a gota hacia abajo para atender urgencias humanitarias o una focalización en la atención, debe ser un derrame social y económico que irriga toda la sociedad. Es superar historia y realidades de violencias y pobreza. Donde hay abundantes bienes comunes es donde hay más pobreza. Es imperativo superar la maldición de la abundancia y pobreza. La Guajira es un ejemplo de esta tragedia. Eje de cualquier plan de desarrollo debe ser la vida.
6. Derechos humano a la insurrección o lucha de los pueblos
Colombia debe guiarse por la máxima de donde se ejerce un gobierno con tiranía es indispensable y necesaria el derecho a rebelarse en lucha. Donde hay una dictadura tirana hay el sagrado derecho de insurrección política.
Es decir, la política de derechos humanos debe afirmarse mediante el ejercicio de mandatos populares, una voluntad que nace de todo el esfuerzo movilizador de la sociedad para que todos y todas quepamos en vida digna. No basta el estado transformado es un deber movilizar la sociedad tras las banderas de la redención social. En ella reside la fuerza.