Un Nuevo Karibe, un nuevo País
Por Gustavo Palmezano
A pesar del esfuerzo mediático, paramilitar y de persecución política de las élites dominantes del país, incluyendo los clanes políticos del Karibe, emergen o insurgen diversas visiones, numerosos movimientos sociales y políticos, nuevos lenguajes y nuevas lógicas de entender y hacer la política. Existen riquezas de redes que se articulan, se retroalimentan; que hacen sinergia y construyen nuevas realidades. Son signos de un nuevo Karibe, un nuevo país que abre la posibilidad de la paz definitiva, la democracia y la defensa de la naturaleza.
Ya el país y en particular el Karibe no cae en la falsa disyuntiva entre liberales-conservadores; comunistas- cristianos; o petristas-uribistas. La realidad desborda ese maniqueísmo; existe una nueva conciencia y cultura política. Con esa lógica dualista las élites han mantenido la dominación en toda su historia; al oponente lo acusan o lo relacionan con lo malo, el pecado y la tragedia. Por ejemplo,mientras al Cura Guerrillero Camilo Torres Restrepo, pionero de la sociología urbana, lo tratan de criminal, bandolero y demás adjetivos peyorativos; a los crímenes de Estado y grandes criminales de guerra lo relacionan con la justicia divina y buen hijo de Dios, como el caso de Álvaro Uribe Vélez, el ministro Molano e Iván Duque.
En estos momentos desde las grandes empresas de difusión pretenden burlarse de la inteligencia de la gente, pretendiendo identificar al candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro con la tragedia que vive el país desde hace 100 años. Lo que en realidad esconden es su miedo al cambio. Pero el país tiene una nueva lectura; a pesar de que existen diferentes intereses, diferentes visiones de gobernar y una diversidad cultural y de cosmovisiones religiosas, existe un consenso: Esto no puede seguir así; esto tiene que cambiar.
El ataque a Petro no es a Petro, sino al cambio que necesita el país. Desde la época de Gaitán el pueblo no había tenido la expectativa de la victoria electoral como la tiene ahora; es decir, 74 años esperando llegar al gobierno por la vía electoral; pues a lo largo de la historia ha sufrido el asesinato de varios de sus hijos que han aspirado a ser presidente para ayudar a las mayorías del país y a construir nación.
La gente del común, políticos decente, las y los jóvenes, afros, mujeres cabeza de familia, empresarios y micro empresarios, comerciantes y cristianos ven la política más allá de blanco y negro; la política que insurge desde abajo o desde la ética está fundamentada en criterios como transparencia, conocimiento, diversidad y convivencia. Es por eso que esta coyuntura política tiene características especiales.
¿Alguien que sea honesto es capaz de votar por un corrupto por miedo al cambio? ¿Un empresario en quiebra por las políticas neoliberales puede votar por un político que no tiene políticas de desarrollo económico sostenible y sustentable por miedo al cambio? ¿Los familiares de los miles de jóvenes asesinados disfrazándolos de guerrilleros van a votar por el candidato de Duque por miedo al cambio? ¿las mujeres son capaces de votar por un misógino por miedo al cambio? ¿un trabajador es capaz de votar por el candidato que propone 10 horas de trabajo diarias por miedo al cambio?. En la medida que aumenta la conciencia y la cultura política en el país las banderas del miedo, la mentira y el terror se hacen menos eficaces.
La estrategia del miedo tiene como objetivo mantener las sociedades pasivas, inmovilizadas y desmovilizadas, pero gracias a las diferentes estrategias que tienen los movimientos sociales, los periodistas honestos y políticos decentes, hoy se fortalece el optimismo y la esperanza.
El Karibe con su sangre mestiza, indígena, afro, campesina, juvenil, barrial, obrera, cristiana y popular le dice al país a Colombia entera que es la hora del cambio y si existe algún miedo es al continuismo, a la corrupción y a la irresponsabilidad con el ambiente y la vida misma.
Es una nueva realidad que va más allá de lo electoral; independientemente de los resultados de este domingo. estamos en un nuevo escenario de lucha y resistencia; el pueblo seguirá trabajando después del 19 de junio por la paz, la justicia social y en contra de la corrupción.