VIOLENCIA Y MAQUINARIA MEDIÁTICA PAN DE CADA DÍA.

Por Luis Carlos Guerrero S.

Hay hechos que van mostrando realidades de la Región Karibe y del país, que develan la poderosa disputa política, mediática y la profundidad de la violencia que descubre sus rostros.

La guerra mediática disfrazada de comunicación

En la semana de gobierno de Gustavo Petro en el Karibe que movilizó gran parte de sus ministerios se realizaron encuentros, diálogos y movilizaciones en decenas de lugares de la región. Entregaron fincas de paramilitares a sus dueños ancestrales los campesinos en Sucre; también bancos de maquinarias agrícolas en María La Baja; proyectos educativos de universidad regional en Mompox, entre otros. Esta acción sin precedentes fue silenciada en los medios más vistos en Colombia. Solo un hecho no fue invisibilizado: la situación de la energía en donde los alcaldes y gobernadores del Karibe tomaron la vocería de una ciudadanía de la cual han sido indolentes y atracadores.

Un bombardeo mediático se movió con sus millones de mensajes manifestando que el Gobierno le huyó a la solución de la energía.

Una semana después de esto se congregó una ciudadanía del Karibe liderada por las organizaciones de usuarios del servicios públicos que culminó proponiendo la constitución de una empresa de servicios públicos regional de carácter estatal y público y al servicio de los karibeños y eso no tuvo ningún eco en los medios tradicionales de comunicación. Se le echaría a perder el negocio a los alcaldes y gobernadores.

El martes 23 de abril la vocera presidencial Laura Sarabia dio un informe a Blue Caribe donde afirmó que se ha disminuido en un 45 % las muertes de niños y niñas en La Guajira. La respuesta instantánea por las redes fue tacharla de mentirosa, Fuera Petro, Petro Guerrillero. Y se fueron lance en ristre decena de miles de mensajes por las redes sociales. Por que se cuestiona el informe. El informe significa que la clase política de la Guajira ha sido incapaz de darle solución a las muertes de indígenas por carencia de alimentos. O también se puede leer que superar problemas sociales no les favorece a los que han gobernado el país durante 200 años, siendo sordos a la muertes producidas por ellos mismos en su necropolítica.

El senador Wilson Arias del pacto Histórico y el representante a la Cámara Alirio Uribe del mismo partido han dicho, reiteradamente, que diariamente se están produciendo dos millones de mensajes difundidos por las redes sociales en contra del actual Gobierno donde se llena de mentiras y se busca entorpecer cualquier gestión. Estamos entonces ante una poderosa guerra mediática que no solo es contra el actual Gobierno sino en contra de cualquier política y movimiento que no sea oligarca.

Vamos a otro caso. El fracaso de la reforma a la salud por la tumbada del proyecto en el Congreso por la derecha es aplaudido por las grandes cadenas de noticias como RCN y la Revista Semana, diciendo que se salvo a Colombia de la crisis de la salud. Es decir la salud anda bien. Y cuando la superintendencia intervino a dos EPS para salvar a los afiliados de ellas ante su quiebra e ineptitud se llenan estas mismas cadenas de mensajes que llaman a defender las instituciones del atentado a la democracia. Cuando el Congreso tumba una reforma de la salud favorable a los colombianos es democracia y defender la salud interviniendo a dos EPS es poner a la democracia en peligro. Blanco es y lo puso el neoliberalismo, el negocio de la salud es para las élites la defensa de la democracia.

Menos mal que la Región Caribe es testigo de las muertes producidas por la corrupción de la salud y su privatización, del mal estado de todas las instituciones prestadoras de la salud y del tren de la muerte que se pasea por todos los territorios.

Hoy los golpes de Estado son mediáticos, digitales y judiciales, este tipo de golpes utiliza financiamientos de grandes empresas y a los grandes medios tradicionales para desprestigiar y deslegitimar al Gobierno, con noticias falsas y negativas que son repetidas en diferentes plataformas a través de sus laboratorios, utilizando tanto a personajes reconocidos de diferentes espacios, como al ciudadano común para replicar sus mensajes y manipular la opinión pública. Como una de sus múltiples tácticas.

La violencia del narcoparamilitarismo

El domingo 21 de abril en las horas del día mataron al Líder Narciso Beleño, minero de la región del Sur de Bolívar, militante y presidente de la Federación Agrominera del Sur de Bolívar, en la cabecera municipal de Santa Rosa, crucificado por balazos de sicarios paramilitares. Este hecho fue denunciado por las organizaciones de derechos humanos de la región y algunas nacionalmente.

El hecho busca debilitar a la organización agrominera que se ha opuesto a que esa gran riqueza aurífera del Sur de Bolívar sea captada y privatizada por las bandas paramilitares asociadas a los empresarios nacionales y transnacionales. Se produce ese asesinato en un contexto de ofensiva del Clan del Golfo en toda la región para someter a la población y obligarla a que ceda sus propiedades comunitarias a poderosos empresarios. Es conocido que la Federación agrupa a las asociaciones mineras que tienen la titularidad de las concesiones mineras comunitarias y quebrar a la Federación es abonar el camino para quitarles esas concesiones a la población minera.

El mismo paramilitarismo que asesina al Líder minero también desata operaciones en contra del cese al fuego bilateral por la paz que ha pactado el ELN, atacando a unidades de esta guerrilla en el Sur de Bolivar los días 20 y 21 de abril. Y en uno de esos ataques asesina a una familia minera. Es el mismo instrumento paramilitar atacando por todos los lados para apoderarse de las riquezas. La violencia al servicio de las empresas y para el despojo minero.

Suben los homicidios en Cartagena y Barranquilla. Cartagena tiene la más alta tasa de homicidios por habitantes del país, en tanto que Barranquilla es otra de las ciudades con más víctimas en magnitud de muertos en el Karibe. Solo en Cartagena sucedieron de 88 a 90 homicidios en los últimos tres meses de mano de sicarios en su mayoría, un 65 por ciento y las cifras van en aumento.

Y esos disparos que segan la vida de tantas personas en estas dos ciudades de donde vienen?. Sin duda del narcoparamilitarismo. La revista Cambio en un articulo de Reiniero Patiño publicado el 22 de abril llamado Bandas criminales dice que estas pagan entre 100 mil y 500 mil pesos al día para contratar los servicios de jóvenes. Estos servicio son para que cuiden y le den seguridad a sus negocios, les den garantías a que seguirán prosperando.

Esos negocios cuales son?. De nuevo gallina es y se sabe que son, entre otros, el microtráfico, el modelo extractivista del turismo, el trafico y explotación sexual de mujeres y hombres, la explotación o robo del erario publico, el paga diario, los grandes comercios, a los grandes transportistas y a los capos de la mafia económica y comercial. A los clanes de la política que mandan en las dos ciudades.

Esta violencia paramilitar se disfrazada de bandas de sicarios, de Clan del Golfo, de los Costeños, de muchos nombres pero un solo Dios verdadero: los negocios del capitalismo mafioso y criminal.

Camino a seguir

Un camino posible a seguir es el que definió la Minga del Suroccidente Colombiano presentado al Gobierno actual en la Plaza de la Resistencia de Cali, el pasado mes de marzo, que se llamó la Minga por las transformaciones. Allí los movimientos sociales indígenas, afros y negros, la justanza de mujeres, Congreso de los Pueblos y otros más presentaron un plan de cambios para la región comprometiendo su voluntad para movilizarse.