Karibeño Rebelde

LAS VÍAS INSTITUCIONALES ESTÁN CERRADAS

Karibeño Rebelde

Edición Nº 287


Por Miguel Pimienta Cotes.

El régimen mantiene las vías institucionales cerradas para las transformaciones, no permite siquiera los derechos fundamentales ni las garantías mínimas para vivir dignamente; en esta realidad el llamado “Gobierno del Cambio” es solo una ventolera que tiene un ingrediente preelectoral que busca posicionar un santista en la presidencia.

El sistema imperante utiliza las diferentes formas de lucha para evitar los cambios: lo jurídico, a través de las altas cortes y el consejo de Estado; lo político, utilizando el congreso y los partidos políticos al servicio de los poderosos; con las empresas de comunicación y las mafias de las redes; lo militar con el ejército y sus paramilitares; lo económico a través del empobrecimiento de la gente y el despojo.

Desde los medios de comunicación y desde las bodegas muestran solo dos caminos para el país: el uribismo por un lado y el santo-petrismo en la otra orilla, dejando de lado de manera maniquea la fuerza y el verdadero camino de las transformaciones.

No es un principio de honestidad del uribismo al señalar al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como el brazo militar del Petrismo, ni del petrismo al señalar al ELN como el brazo militar del uribismo o como organización traqueta. Esas mentiras difundidas tienen el objetivo de separar la insurgencia armada con la insurgencia social, pues entienden que las verdaderas transformaciones son resultado de la movilización, organización y del levantamiento insurgente y popular.

No se necesita ser un curtido en la historia de Colombia para saber que ha sido el pueblo el que ha logrado la conquista de sus derechos y reivindicaciones. Las diferentes movilizaciones que se registran en la historia han desbordado la lucha institucional, el ejemplo más reciente es el estallido social del 2021, que fue fundamental en la llegada de un gobierno diferente a los anteriores.

A 15 meses de finalizar el Gobierno de Gustavo Petro se constata que las demandas del estallido social y del movimiento político y social no se han logrado concretar, incluso ni siquiera le han dado la libertad a los jóvenes de la primera linea que fueron encarcelados injustamente en el gobierno de Duque.

En la región Karibe también hay un claro ejemplo de que el régimen esta diseñado para gobernar a la oligarquía y los políticos a su servicio: en la ciudad de Santa Marta y el departamento del Magdalena le arrebataron la alcaldía y la gobernación al movimiento Fuerza Ciudadana, la cual ha salido victoriosa ante los clanes parapolíticos de ese departamento. Al mismo tiempo, se ve el crecimiento exponencial de las estructuras y acciones paramilitares.

Son muchos los ejemplos que tenemos para mostrar y demostrar que el Estado y el régimen colombiano están diseñados para la defensa de los privilegios de la oligarquía y el imperialismo norteamericano: el fallo del Consejo de Estado le quitó la facultades a las Juntas de Acciones Comunales de ser ejecutoras de sus proyectos de construir placa huellas; el hundimiento de la reforma a la salud, la reforma laboral, la Corte Constitucional tumbó la declaración de emergencia económica en la Guajira que tenia como objetivo paliar la situación de cosas inconstitucionales que vive este departamento.

En el terreno de la paz, o mejor dicho de la guerra, se ha mostrado una persecución y ataque al ELN; las negociaciones fracasaron porque el Gobierno y azuzado por el señor Otty Patiño se desmarcó de la Agenda de México donde estaba diseñada la ruta y el horizonte de las transformaciones para la paz y el Gran Acuerdo Nacional. Le apostó infructuosamente al desmembramiento del ELN, creyendo que en el ELN había mas de un H.H. Pero lamentablemente para los poderosos, se encontraron con un ELN cohesionado y con una estrategia concreta y una voluntad de vencer indestructible.

Petro trata de remozar el régimen, de desarrollar el capitalismo moderno, y de deslegitimar la lucha y la insurgencia popular y guerrillera, pero ni siquiera eso lo permite la clase en el poder. Por eso, no es de honestos, tratar desde una narrativa aparentemente diferente a la de los poderosos, convocar al pueblo solo para pequeñas migajas. Una parte de la sociedad está convencida de que la oligarquía no cederá de manera pacifica los cambios para lograr la paz con justicia social.

Es necesario que el pueblo no se deje cautivar por los cantos de sirena de algunos que presumen de izquierda o progresistas, pero que en el fondo son representantes y defensores del régimen que nos oprime. Vendrán nuevas jornadas de lucha y resistencia y la gente sabe que solo el pueblo salva al pueblo. La lucha no es por un período más, de cuatro años, la lucha es por la paz con justicia social y ambiental; la lucha es por la soberanía nacional, la democracia plena y la dignidad. En esa gestas cuenten con el ELN

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