
OPERACIÓN DE DESARTICULACIÓN Y DESARME DE LA BANDA DEL 33 EN EL CATATUMBO
Dirección del Frente de Guerra Nororiental
La política de la oligarquía y el imperialismo de impulsar la pacificación y hacerla pasar como un proceso de paz, sigue vigente bajo este gobierno progresista, quien, como los anteriores gobiernos, usa bandas, desmovilizados y paramilitares en su plan de guerra contra el pueblo.
Los Gobiernos de antes negaban la realización de operaciones con bandas paramilitares, pero el actual gobierno no lo niega, lo reconoce y les da un estatus político que no tienen; mientras trata de negar el carácter de conflicto interno que tiene la guerra en Colombia, para presentarlo como una disputa por rentas ilícitas entre bandas, con lo que también desconoce el carácter político del ELN.
En medio de esta manipulación y desinformación mediática, que el ELN trenza combates con la Banda del 33 en El Catatumbo a partir del 16 de enero de 2025, con una Operación que ha producido un proceso de desarticulación y desarme, con la que ayuda a desinflar el globo de la llamada Paz Total de Petro y pone en cuestión la efectividad de la táctica imperialista de usar bandas para su guerra perpetua.
APARECEN EN 2017
Después de la desmovilización y entrega de armas de las Farc al gobierno de Juan Manuel Santos Calderón (2010-2018), firmado el 26 de septiembre del 2016, con entrega de armas en enero de 2017; a mediados del año 2017 reaparece en cabeza de John Mechas reductos del otrora Frente 33 en los municipios de Tibú, El Tarra, Teorama, Convención.
Solicitan una reunión con la Dirección del Frente de Guerra Nororiental Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez, quien decide atenderlos en una buena intención y esperanzado, que se trataba de una fuerza que retomaba el legado de Jacobo Arenas, Manuel Marulanda y Alfonso Cano, estrechándole las manos de manera solidaria.
En este proceso de buena intención y esperanzas se dieron unos 3 a 4 encuentros desde 2018 al 2023. Luego de un tiempo se comienzan a presentar incumplimientos y agresiones por parte de ellos, los cuales alertaron al ELN y mostraron un comportamiento ajeno a una fuerza insurgente.
El apoyo por parte del ELN fue reconocerlos como disidencias, aceptarlos políticamente en el Catatumbo, expresándoles que habrían unos territorios que no los compartiríamos con ellos, por tratarse de zonas de carácter estratégico del Frente de Guerra, para este propósito se delimitaron unas zonas y se restringió su presencia sobre otras, como las áreas del Frente Camilo Torres Restrepo, la Provincia de Ocaña y la de Río de Oro. El Frente de Guerra consideró que era prematuro depositarles confianza, solo el tiempo iría indicando hasta donde avanzaríamos, teniendo en cuenta que construir confianza se hace con base en el cumplimiento de los Acuerdos.
LLEGAN POR MONTONES COMO LANGOSTAS
Esta disidencia se liga a la comercialización y compra de base de coca en el territorio, impulsando la siembra de grandes plantaciones de coca, la construcción de laboratorios para el procesamiento de la base de coca, irrespetando las Normas Comunitarias acordadas con anterioridad con el ELN, ingresando a la región personal foráneo con fines de narcotráfico.
Aceleraron el reclutamiento de gente con prontuarios sospechosos, desertores, sancionados, personal procesado por paramegas (Rastrojos + Pelusos) y bandas delincuenciales.
‘De la noche a la mañana’, El Catatumbo se llenó de “disidencias”: “Frente 33” al mando de John Mechas, “Frente 41” al mando de Omar y Fidel avalados por Arturo Paz del Décimo, “Frente 41” al mando de Yorman de la Segunda Marquetalia avalados por Iván Márquez y enviados por Villa, “Frente 45” al mando de Yobani desertor del ELN avalado por Arturo Paz y por último aparecieron “los Comandos de Frontera” al mando de alias el Capo, siendo capturados por el ELN dos de ellos y desarticulados como grupo.
Estas autodenominadas “disidencias” generalizaron el irrespeto a unos mínimos acuerdos que se palabrearon en la primera reunión con John Mechas, uno era no irrespetar lo que estaba organizado en materia social, respetar los aportes económicos acordados con comerciantes y otros de la región, no ingresar personal con doble militancia, ni procesados por el ELN y las comunidades.
A para empeorar todo, colocan como mandos de estos grupos a tipos como:
1) Darwin Piquiña, desertado después de habernos matado dos compañeros en el 2011, quien aún sigue como mando en esta banda.
2) Pedro, aparece en fotos uniformado, en una Base Militar del Ejército estatal en el 2014, quien muere en agosto de 2023 en el Sur de Bolívar, como mando del “frente 37”, este mismo tipo en el municipio del Tarra, mantenía muy cerca de los militares y en abril de 2022, realizó un “hostigamiento” contra el Ejército, desde el Coliseo del Tarra, donde se estaba realizando un evento infantil, dejando herida de bala una niña, luego se supo que este ataque fue prefabricado, para desprestigiar a la insurgencia ante la población, afectando la legitimidad del ELN, pues a nosotros nos achacaron tal crimen.
El clan de los Suárez al servicio del “Frente 33”, recopilaron y entregaron información a las agencias de inteligencia del Ejército estatal, para golpear al ELN, plan que fue desmantelado a tiempo; este clan al verse descubierto se refugió en los campamentos de John Mechas, Richard y Andrey, quienes se negaron entregarlos y más bien, se los entregaron a una comisión humanitaria.
CÓMO DESGRACIARON TODO
El ELN y las comunidades del nororiente colombiano sufrieron ataques por parte de las extintas Farc, tanto contra líderes sociales como contra guerrilleros; por ejemplo, asesinaron a el líder social Trino Torres, en junio de 2004, por orden de Villa y Rubén Zamora, y lo ejecutó Nando Esteven. En otro ataque asesinaron a Luis Daniel Guerra. En la actualidad Nando Esteven continúa delinquiendo en Ocaña y sus alrededores, como cabecilla de un grupo de la Banda del 33, recibiendo órdenes del Mocho Olmedo.
En el corregimiento de La Gabarra en junio de 2024, asesinaron a Yeikol el influencer de redes sociales, hecho que achacaron al ELN, crimen que siguen negando.
Esta Banda del 33 asesinaron a los compañeros:
– Jorge Luis Solano Bedoya, más conocido como el Loco o Lito, el 23 de septiembre de 2023.
– Damián, en el área del Frente Rafael Lombana Cabrera (FRLC).
– Daniel, el 3 de marzo de 2024, en el corregimiento Cartagenita de Convención y se robaron el fusil.
Para atemorizar, esta Banda desarrolló campañas permanentes de amenazas a nuestras bases de apoyo, además de ofrecer jugosos sumas de narco dinero a nuestra militancia, bases y población en general, para comprar su apoyo, diciéndoles que “con el ELN no tendrían las oportunidades y garantías económicas, que la disidencia si podía brindarles”. En sus amenazas esta Banda, realizaba pintas firmadas como Epl, como las que hicieron recientemente en el corregimiento de Guamalito, donde fueron sorprendidos dos tipos pintándolas, que eran integrantes de esta Banda.
Se comprometieron a no secuestrar en la región y en el 2022 apoyados con bandas delincuenciales comenzaron a secuestrar a ganaderos del departamento del Cesar.
En esta Operación contra la banda rescatamos al exalcalde de San Cayetano, Antonio José Marín Cárdenas, a quien mantenían secuestrado y exigían un millonario rescate a sus familiares; este delito lo endilgaron desde el principio al ELN.
La Banda del 33 se desbocó a crear bandas delincuenciales a la cabeza de Nando Esteven, para secuestrar gente, donde la negociación y cobro del rescate lo hace la banda del 33; delinquiendo en municipios como Ocaña, Ábrego, Gonzales, Río de Oro, Aguachica y Pelaya. Luego negaban su responsabilidad en estos secuestros y los endilgaban al ELN. Con esta modalidad secuestraron a Camila Suárez Galván, funcionaria de la Registraduría de Convención. Hasta el día de hoy Nando Esteven continúa delinquiendo en Ocaña, haciendo además, “limpieza social” por encargo de la Policía nacional.
El 30 de julio de 2018, la banda de paramegas (Rastrojos + Pelusos) perpetró una masacre en un billar del municipio de El Tarra, en la que asesinaron a varias personas, entre ellas firmantes de los Acuerdos de paz de 2016; este crimen fue hecho con aprobación de esta Banda. Esta asociación criminal entre la Banda del 33 y los paramegas la mantienen hasta el día de hoy.
De igual monstruosidad fue la masacre que realizó esta disidencia en Tibú, el 15 de enero de 2025, contra la familia del señor Miguel Ángel López Rojas, su esposa Zulay Durán Pacheco y su bebé Miguel Herney López Durán, crimen del que culparon al ELN, pero muy pronto la opinión pública se enteró, que esta Banda fue la perpetradora.
La violación de acuerdos sobre territorios fue una constante, como la demostración de fuerza que realizaron en la zona fronteriza de Río de Oro, a donde incursionaron con un numeroso grupo de esta banda, diciendo que “eran libres para moverse por donde quisieran y nadie se los iba a impedir”.
La violación de Resguardos del pueblo ancestral Barí, la realizan ofreciendo narco dinero a las comunidades, para ampliar en territorio indígena los cultivos de coca. Desconociendo Normas Comunitarias antiguas, que exigen respeto a estos territorios.
Richard y John Mechas cabezas de dicha Banda, pagaron gruesas sumas de narco dinero a militares de ambas partes de la frontera, para que dieran de baja a mandos del ELN.
Desataron el robo de carros y motocicletas en el municipio de Tibú y sus alrededores, atribuyendo estos delitos al ELN.
Afirmaban que no tenían tropa combatiendo en la banda de Antonio Medina y Pescado en Arauca, cuestión que era falsa porque a través del tiempo se fue conociendo que mantenían unidades combatiendo al ELN en Arauca.
Todos los acuerdos sobre ingresos económicos los pisotearon con la llegada de Richard, dado que este tipo se dedicó a organizar todos los reglones de la economía, en contra de lo acordado con el ELN.
Buscaron volver la frontera en un corredor totalmente al servicio del narcotráfico, diseminando en todos los rincones pistas, laboratorios e instalaciones, esto desembocó en la captura de cargamentos de miles de panelas de cocaína, por parte de las autoridades venezolanas en el estado Zulia. Tráfico que les rechazamos y les reclamamos por ser una abierta violación a lo conversado.
Prisioneros que hemos hecho de integrantes de la Banda afirman que los contratos con los carteles mexicanos eran para procesar 20 mil y más kilos de cocaína.
No hubo posibilidad de recomposición de los Acuerdos, por cuanto a nuestras exigencias por los actos violatorios, jamás los reconocieron ni mucho menos se dispusieron a rectificar.
Las anteriores actuaciones destruyeron totalmente la confianza y confirman que las actuaciones de la Banda del 33 hacen parte integral del plan contrainsurgente que adelanta Estados Unidos en el país en conjunto con el Estado colombiano.
ACCIONES DE DEFENSA PROPIA Y DE DISUASIÓN
Las últimas dos reuniones para tratar y superar este conflicto con la Banda se realizaron en junio de 2019 y mayo de 2023, que no pudo lograrse el objetivo, porque la voluntad de agresión de la Banda es manifiestamente inmodificable.
El 27 de abril del 2022 fueron detenidos 5 tipos de la Banda en la vereda Santa Fe de Convención, dentro del Resguardo Barí: Eliberto Dora Sebra, Yeison Andrey Dora, (ambos de la comunidad Bari de La Misión), Jornen Eliécer Carvajal alias Alexander (venía de Arauca de la banda de Antonio Medina), Víctor Julio alias Cuyo, José Ricardo Satina Mejía alias Dairo Medina, quienes traían un plan de exploración del terreno y de inteligencia. El ELN procede entregarlos a la comunidad de La Libertad, además de rechazarle a la Banda esta violación de Acuerdos.
En el 2023 la disidencia concentró varias unidades para incursionar en la vereda de Santa Inés del municipio de El Carmen, Nerge su cabecilla ofreció a nuestros militantes pasarse a trabajar con ellos a cambio de dinero, plan que estaba dirigido por Andrey Avendaño. Nos vimos obligados a expulsarlos por medio de la fuerza. Incursión que repitieron en septiembre del 2024, esta vez encabezada por el propio Andrey, quien llegó a la zona intimidando a la población, mostrando fuerza, pero los pobladores reaccionaron y les pidieron abandonar el territorio, para no dar lugar a enfrentamientos en su territorio.
En otra ocasión la Banda solicita un permiso para sacar unas caletas, entre otras cosas que habían dejado años atrás, en el área de Río de Oro, se les permitió entrar sin uniforme, pero aprovechándose de la buena fe del ELN, entraron al territorio con bastante fuerza armada y uniformada, para instalarse allí, comenzando a ganarse con dinero a colonos e indígenas, a las espaldas del ELN, lanzando amenazas de “no nos vamos a ir de la zona, si el ELN quiere plomo va haber plomo”. El ELN los obliga a cumplir la palabra.
El segundo mando de esta Banda, conocido como el Mocho Olmedo, ejecuta acciones delincuenciales por medio de Nain Villamizar, alias Cajuche, en el corregimiento de El Aserrío de Teorama y Nando Esteven en el corregimiento de La Trinidad de Convención, ambos reconocidos por sus prontuarios delictivos y criminales en la región, entre ellos el asesinato de líderes sociales (Trino Torres y Luis Daniel Guerra), además de múltiples secuestros y asesinatos en Ocaña, Aguachica y toda la provincia de Ocaña.
De estos tipos hay repudio total de la población, pueden verse múltiples denuncias en las redes sociales.
INVESTIGACIÓN REALIZADA A ESTA BANDA
Reclutamientos acelerado
Reclutan los jóvenes que tenían problemas de drogadicción, alcoholismo, pendencieros, con la excusa de “resocializarlos”, en una fundación que llamaban JR (John-Richard), pero los armaban y les envenenaban la mente en contra del ELN. De esta forma crecían en número y buscaron expandirse en el territorio.
Olmedo citaba firmantes del Acuerdo de paz o exfarianos, a los que convocaba de manera amigable y los comprometía en algún trabajo, luego de un tiempo los intimidaba y obligaba a quedarse como tropa armada, de esta modalidad se conocen múltiples denuncias de desertores y prisioneros.
Convocaban jóvenes de las comunidades y bajo los argumentos de ayudas y capacitaciones en salud, sistemas, entre otros, al final los llevaban a centros de entrenamiento militar, es decir eran reclutados bajo engaño. Una denuncia de una joven indígena Barí circuló por redes sociales, donde comenta que de su comunidad se llevaron 40 jóvenes, por quienes el cacique recibió un dinero por cada uno de ellos.
Reclutaban personal que el ELN procesó por deserciones y otros delitos, como Candelario, Darwin Catatumbo, Verónica, Yobani, James, Tania, entre otros, muchos de estos, en pocos días les daban el grado de “comandantes”.
Expansión hacia otras zonas
Desde esta Banda envían personal para el Sur de Bolívar y el Cesar, quienes se dedican a desprestigiar al ELN, vendiendo la idea que ellos eran las fuerzas que debían apoyar. Decían que este plan de crecimiento tenía como meta sacar al ELN del territorio.
Richard en reuniones internas de la Banda, expresaba que había que venderle al ELN la idea que “la disidencia era muy numerosa”, para este montaje usaban armas dañadas y personal sancionado aparentando cantidad en sitios públicos.
Utilizaban profesionales pagos para especializar la fuerza, entre estos policías, soldados profesionales (francotiradores, artilleros, explosivistas, manejo de drones, exploradores), médicos y gente que conoce de armas, todo querían arreglarlo con dinero.
Preparativos para planes ofensivos contra el ELN.
En una reunión, el 28 de abril de 2024, se trazaron la meta de copar los territorios de Honduras y Río de Oro, en el bajo Catatumbo, entre otras, meta que deberían cumplir en 2026; a esta reunión asistieron: John Mechas, Olmedo, Javier, Richard, Darwin, Elkin, Brayan, Yan Carlos, Freibar, Andrés y Andrey.
Los afanes de crecimiento obedecían a este propósito, para lo cual incrementaron la compra de fusiles, con intensidad entre el 2023 y el 2024, a través de canales del narcotráfico. Hasta principios de 2025, se supo que habían fabricado diez toneladas de explosivo.
Realizaron escuela de francotiradores con ex militares de las Fuerzas Especiales del Ejército estatal, compraron mucha cantidad de municiones de distintos calibres a muy altos precios, aseguraron una parte del territorio con minas vivas y minados muertos.
Crearon y armaron en varias veredas a cientos de milicianos, dándoles planes para que una confrontación, donde el enemigo era el ELN.
Desde el año 2017 hasta este 2025, no hay registro de combates de esta Banda contra las Fuerzas Armadas del Estado; mientras los muertos y agresiones por parte de esta Banda contra el ELN son numerosos.

