Karibeño Rebelde

ASESINATOS DE LÍDERES ESTRATEGIA CRIMINAL DE DIMENSIONES NACIONALES

Por Kalet Pimentel

Los últimos días del mes de octubre fue asesinado en su casa, por sicarios, el líder social Willian Uruete del Pacto Histórico en el municipio de Tolu Viejo en el karibe colombiano. El crimen fue cometido delante de sus familiares. Días antes se había registrado otro hecho, el atentado en contra de la senadora Ayda Quilcue, reconocida dirigente del movimiento social indígena de Colombia, recibiendo el vehículo en que se transportaba una lluvia de tiros, hecho ocurrido en el departamento del Cauca.

También en el Cauca había sido asesinada la lideresa indígena Yeimi Chocué y el 27 de octubre fue asesinado el líder comunitario Adelmo Balanta del consejo comunitario de la cuenca del Rio Cauca. Y en este mismo mes de octubre fue asesinado el periodista Rafael Moreno en el municipio de Puerto Libertador, departamento de Córdoba quien estaba haciendo una investigación por corrupción.

Lo que ha venido pasando desde hace décadas en Colombia se puede recoger en millones de testimonios. En un artículo llamado Una empresa Criminal de Vanesa Santos, publicado en la revista cambio el 22 de octubre, dice que “bajo la tierra de la Hacienda El Palmar ubicada en el municipio de San Onofre, departamento de Sucre, fueron encontradas al menos 78 fosas comunes”. Cabe mencionar que esta finca era la base de operaciones del jefe del bloque paramilitar de los Montes de María, alias Cadena. Una finca arrebata a una familia de campesinos de apellidos Renhals.

La diferencia entre el asesinato del líder de Toluviejo y los asesinados en la finca El Palmar radica en la visibilidad e identificación de los autores de los crímenes. Para el caso de la hacienda El Palmar era de conocimiento público por autoridades militares, judiciales y gubernamentales, que la mayoría de las personas que ingresaban a la mencionada finca no volvían a ver la luz del sol, eran asesinados y sus cuerpos desaparecidos; mientras que los asesinos de los líderes sociales acontecidos en 2022, 2021 y 2020, no son identificados sus autores, ocultándose esa maquinaria de muerte en la oscuridad de la impunidad.

En lo que va corrido del año 2022, hasta el 28 de octubre, han sido asesinados 157 líderes, lo que significa un aumento del 44% en relación al año 2021, en el que fueron asesinados 109 líderes sociales. Los departamentos donde más se han cometido asesinatos de líderes son Nariño con 23, el Cauca con 19, Putumayo con 16, Antioquia 15, Valle del Cauca y Arauca 10, Bolívar y Norte de Santander 8 cada uno.

Del total de líderes asesinados en el 2022 los sujetos sociales que han sido más duramente golpeados por esa poderosa maquinaria criminal han sido los líderes comunales con 51 casos seguido de los indígenas con 32 casos, los comunitarios con 26 casos, los campesinos con 14 casos, también hay defensores de derechos humanos y periodistas.

No cabe ninguna duda. Hay una acción sistemática de exterminio planificada hacia los líderes y lideresas, ejecutada con mucha velocidad, con una alta precisión en los objetivos, en todo el territorio de Colombia, tanto urbano como rural. No son casos aislados. Se está ejecutando y está en plena marcha una ESTRATEGIA CRIMINAL que mueve muchos componentes, desde la inteligencia, los diseños de operaciones encubiertas (que encubren a sus ejecutores), la infraestructura de movilidad a los ejecutores de las operaciones, el cubrimiento noticioso donde prima la mentira. Solo una MAQUINARIA DE DIMENSIONES NACIONALES puede ejecutar tan fría y barbara matanza.

Es una EMPRESA CRIMINAL sin nombre y sin rostro, que mueve millones de millones de dolares desde los ricos empresarios nacionales y extranjeros que detentan el poder en Colombia, estos son: ganaderos, terratenientes, industriales, empresas mineras, banqueros, entre otros.

Con todo este poder criminal todavía los ganaderos quieren armarse más para defender las tierras es decir, su poder logrado a punta de muertos y untado de sangre. Quieren legalizar su EMPRESA CRIMINAL como lo hicieron en el pasado con las Convivir.

Pero si los terratenientes, ganaderos y empresarios se están armando para defender sus propiedades y bienes para ser equilibrados es muy bueno que las comunidades SE ARMEN PARA DEFENDER SUS VIDAS Y LA VIDA DE LAS COMUNIDADES. Por que si se permite de un lado, el de los ricos, no se puede condenar la de los pobres.

Por ahora el pueblo y las comunidades al parecer han optado por enfrentar la criminalidad de los ricos de manera pacífica y política para parar los crímenes. Pero eso tiene un límite. Los pueblos se cansan y se deciden. Sino se desmantela la ESTRATEGIA CRIMINAL no habrá ninguna paz.

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