Luis Carlos Cárdenas Arbeláez Un homenaje vivo
Por: Máximo Jiménez
Luis Carlos Cárdenas fue un Colombiano común y corriente, un obrero para ser más exactos, de esos que cansados de la injusticia y la desigualdad se decidieron a luchar y por ese motivo fueron asesinados por la misma burguesía que se resiste hoy a que el país cambie.
Fue atado a un poste en un barrio popular de la ciudad de Medellín y volado con explosivos por miembros de la IV Brigada del ejército, la misma donde fue comandante el ex-general del ejército Mario Montoya, acusado de cientos de asesinatos de civiles para presentarlos como “bajas en combate”.
Como un homenaje a la lealtad y la lucha de Luis Carlos -quien lideraba luchas sindicales a la par que la denuncia de las capturas por motivos políticos- todos los 15 de octubre se conmemora el día del prisionero y la prisionera políticas en Colombia.
Política Criminal y Penitenciaria en Crisis.
Otra de las múltiples crisis que atraviesa desde hace años a nuestra sociedad tiene que ver con el enfoque de la política criminal y penitenciaria que termina dando un tratamiento desigual e injusto para quienes “infringen la ley” ya que está pensada y hecha justamente a la medida de quienes han administrado el país como una más de sus propiedades y busca garantizar que todo siga así.
Dentro de la doctrina del “enemigo interno” impuesta por los gringos, la burguesía Colombiana ha utilizado la aplicación de justicia como un arma más dentro de la “guerra integral” que se ha desarrollado desde hace décadas contra el pueblo; por eso no combate las causas de la pobreza sino a los pobres, por eso criminaliza la protesta social, por eso persigue eliminar el delito político que cobija a las y los rebeldes.
Dentro de ese enfoque desigual de justicia, cualquier Colombiano que robe una cartera irá a alguna de las más de 100 prisiones que existen, pero Luis Carlos Sarmiento Angulo, involucrado en las tramas de corrupción y robo del caso Odebrecht y el lavado de dinero de Pablo Escobar, sigue al frente de sus empresas.
Ya son lugares comunes dichos como “en Colombia una orden de captura es lo único que no se le niega a nadie” o hechos como las cifras sobre hacinamiento, los retrasos procesales, la mala alimentación de las y los privados de la libertad, la precaria atención en salud y el abuso y los atropellos por parte de custodios del Inpec y organismos represivos del estado. Esto debe cambiar.
“De rejas para afuera”.
Toda historia de opresión trae consigo una de resistencia y de lucha y el caso de las prisiones en nuestro país no es diferente, en ellas se han amalgamado las aspiraciones de presos políticos y sociales por igual.
La negativa a las contadas, la huelga de hambre, el tropel directo contra custodios, policías y militares, las Mesas de Trabajo inter-carcelarias, la gestión político jurídica a través de las tutelas y la conquista de la libertad a través de las fugas y los rescates son ya patrimonio de esas luchas.
En los últimos años se ha gestado un Movimiento Nacional Carcelario donde confluyen distintas aspiraciones y experiencias y que ha logrado vincular a familiares y cercanos, además ha ido caminando hacia la confluencia con el Movimiento Social que afuera lucha porque el país vaya en una ruta distinta a la actual.
Como tantas otras cosas que se deben transformar para que nos podamos sentir interpretados e interpretadas como sociedad, la política criminal y penitenciaria debe ser adecuada a las necesidades actuales y sobre todo la necesidad de que sean tratadas con Igualdad ante la ley y con Dignidad, todas las personas privadas de su libertad por el Estado.
Las y los presos políticos deben ser los primeros impulsores hoy de un gran movimiento que siga mirando más allá de los penales y que involucre a las decenas de miles de presos sociales y sus familias, pero además ayudar a gestar un Movimiento de abogadas y abogados por la Democracia y la Paz para que en los escenarios de participación que está abriendo la mesa de diálogos se debata su situación y se construyan soluciones.
Hoy estas pasan necesariamente por acciones como decretar una Emergencia Social Carcelaria, la excarcelación de los presos por la protesta social, la libertad de los presos políticos, la libertad para presos sociales por delitos menores y la revisión de la ley 65/93 e indudablemente por la revisión y el cambio en el enfoque de la Política Criminal del Estado.
Y en el marco de los Diálogos de Paz entre el Gobierno y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) se hace urgente que el Gobierno cumpla con los alivios humanitarios que se comprometió desde el primer ciclo y entre estos la excarcelación de los compañeros por casos graves de salud; de una lista inicial de 10, sobreviven ocho y dos ya murieron entre rejas.
En los rostros esperanzados y los puños en alto de quienes luchan desde las prisiones, pervive hoy el espíritu y el ejemplo de Luis Carlos Cárdenas Arbeláez, de Orlando Quintero Páez, de Arcesio Lemus, de la Comandante Paula y muchos otros y otras que han dejado huellas imborrables ya sea en su paso por la prisión o en la brega desde afuera por quienes sobreviven a pesar de las rejas.
2 Comentarios
horacio
Hola!
Horacio
Debe de tenerse en cuenta que el camarada LUIS CARLOS CARDENAS dio la vida LA SACRIFICO lo hizo porque lo demanda la revolución Comunista su sangre esta regada sus banderas deben ser recogidas y deben agitarse en el campo de la guerra popular marxista maoísta nunca desfallecer. La tarea de la revolución Comunista demanda hacerla las luchas de clases es una hoguera de guerra permanente debe ir desatándose y el incendio de la revolución MAOÍSTA PENSAMIENTO GONZALO extendiéndose por todo el país. Su muerte no será necia será vengada en combate hasta la liberación del proletariado. Salvo el poder lo demás es ilusión(LENIN) EL PODER NACE DEL FUSIL (MAO).