Historias

RAÍCES ELENAS: UN TORRENTE POPULAR QUE VIENE DESDE ABAJO

 

Por: Luis Carlos Guerrero

Por el torrente rojo y negro del Frente de Guerra Norte corre toda una historia de resistencia y lucha por la libertad. Podemos afirmar sin temor alguno que somos hijos e hijas de una voluntad de lucha que han animado los explotados y oprimidos de la región Karibe colombiana desde los inicios de aquel sangriento y criminal desembarco en nuestras tierras

de los mal llamados fundadores, pues no se podía fundar lo que encontraron construido por habitantes originarios.

Nos sentimos y asumimos, los insurgentes elenos y elenas, portadores de las ideas de libertad y resistencia de los pueblos indígenas caribeños que jamás aceptaron la perdida de sus bienes comunes; la enajenación de sus territorios y someterse a leyes y normas de vida que le desconocían y despreciaban en su esencia de sujetos autònomos.

Los elenos y elenas del Caribe portamos con orgullo el sentido de comunidad nacidos en los palenques y arrochelas de los pueblos negros y descendientes de África que fueron capaces de desarrollar una guerra de liberación con acento regional, como la forjada por el guerrero Benkos Bioho. Los convoco una misma idea de comunidad de vida libre que animaba a los pueblos originarios indios y afros.

Los Montes de Marìa territorio de la libertad, fortaleza del pueblo Zenue, fue el nicho donde se cultivo y fertilizò la soberanìa de los primeros pueblos negros libres y retaguardia de una Guerra Regional que no conocia fronteras, por que la libertad no se puede amordazar en arbitrarios limites geograficos. Somos orgullosamente herederos de los palenques y arrochelas que se tejieron en todo el Caribe Colombiano, desde la serranìa de San Lucas hasta la Guajira y el territorio ampliado del Bajo Cauca.

En nuestra memoria insurgente está presente, con cristalina claridad, la epopeya del pueblo Chimila que ante la invasión del extranjero español se levantó en rebeldía armada, cubriendo todo el territorio del actual departamento del Magdalena, con su accionar militar y atacando a los malditos en su madriguera de Santa Marta. También los elenos y elenas del Frente de Guerra Norte hacemos nuestra y vigente la noble lucha de los pueblos comuneros de las riberas de los ríos San Jorge y el Cauca para defender sus tierras comunales ante el asedio de las compañías extranjeras. Se puede decir que allí en esas tierras donde peleo Manuel Hernandez “el Boche” nacieron las luchas antiimperialistas y por soberanìa.

Con notable orgullo decimos que somos ideas y acción de los aguerridos e insurrectos obreros bananeros, los que se dispusieron ante la avalancha de injusticias sociales y sobreexplotación obrera, a protagonizar un alzamiento nacional obrero y popular fundamentado en la dignidad nacional. ante el entreguismo y arrodillamiento oligarca al imperio gringo. Y esa voces dignas masacradas es un poderoso estímulo hoy para los elenos y elenas de pura cepa.

La pujanza de los obreros ferroviarios, de los chóferes, de los petroleros, de las luchas obreras de principio del siglo pasado son banderas vigentes que surgieron de las manos sudorosas de obreros y obreras.

Por eso, tambièn la presencia de la mujer trabajadora y revolucionaria nos alienta el trasegar de hoy en la acción transformadora impulsada por Juana Julia Guzmán y su proyecto socialista de combate al patriarcado y al capitalismo, promotora de instituciones sociales para transformar las relaciones de subordinaciòn y explotaciòn, ejemplo de edificaciòn de pilares de liberaciòn. Otras lideres, miles de mujeres, han seguido forjando y dando continuidad a los grandes sueños de justicia social, reafirmando que la emancipaciòn es una obra colectiva de los pueblos, de hombres y mujeres juntos.

Elenos y Elenas somos aliento y continuidad de un largo caminar de los pueblos indìgenas, negros, mestizos, obreros, campesinos y popular. Solamente cuando se detenga la marcha del pueblo Caribe por su dignidad se detendrà la gesta insurgente del ELN por que no habrà pueblo con quien andar y ser. Somos de naturaleza popular.

Se nos dice que los caribeños colombianos o costeños somos un pueblo pacìfico y es cierto- Somos amantes de la conviencia social en justicia y dignidad y en nuestras raìces esta cimentada la voluntad de paz de la cual fue pionero el jefe guerrillero insurgente Benkos Bioho cuando en los años 1600 firmò un tratado de paz con los gobernantes derrotados del imperio español. Y tambièn tenemos la herencia de ser uno de los primrros tratados de paz vueltos trizas siendo asesinado su impulsor en las calles de Cartagena.

CIMIENTOS OBREROS, CAMPESINOS, CRISTIANOS Y URBANOS FORJAN EL FRENTE DE GUERRA NORTE

Cuando hablamos de Frente de Guerra Norte estamos aludiendo a una estructura polìtico militar que abarca los territorios de los departamentos de Atlàntico, Magdalena, Sucre, Guajira, Còrdoba, Centro y norte del Cesar, Centro y Norte de Bolìvar y el territorio insular de las Islas de San Andrès.

El Frente de Guerra Norte como realidad política, militar y cultural del ELN comienza sus primeros pasos en los años 70 con epicentro en las grandes ciudades del Karibe colombiano, ayudando desde los territorios urbanos a hacer mas global la lucha guerrillera motivando el parto de frentes rurales. Es un fresco andar desde las ciudades hacia el campo asumiendo una herencia venida desde la lucha de nuestros indìgenas y negros.

Podemos decir que la herencia de lucha acumulada en el Karibe siempre ha estado, desde los inicios de las batallas de resistencia, el escenario urbano como un territorio notable de lucha. Incluso Benkos Bioho se tomó a Cartagena venciendo al tirano español y los indígenas Calamaries, Yurbacos y los Chimilas hicieron de las ciudades y sus cercos una forma de acción hacia lo urbano donde se asentaba el dispositivo a golpear de poder opresor.

De los trabajos políticos organizativos y militares del ELN en las ciudades de Barranquilla, Cartagena, Montería, Valledupar y Santa Marta se originan los primeros núcleos urbanos de militantes elenos y elenas que hacían de las calles y el espacio urbano sus fortalezas en las luchas. Así se constató con la participación de los núcleos urbanos karibeños en el Primer Paro Cívico Nacional del 14 de septiembre de 1977.

Esta afluencia urbana explicaría de manera clara la presencia activa, decidida y combativa de la corriente cristiana de la Teología de la Liberación animada desde la acción y pensamiento del Cura Guerrillero Camilo Torres Restrepo y más adelante del Cura Rebelde guerrillero de la dignidad y la ternura Manuel Pérez Martínez.

Fue tanto el impacto del cristianismo revolucionario en los jóvenes inconformes que en el Karibe se nos identificò a los elenos y elenas como los camilistas; una acciòn socio política que tenía su influencia en un territorio diverso urbano rural centrado en las barriadas populares, en los trabajadores de la cultura popular, en las luchas por el pedazo de tierra urbana, en las gestas estudiantiles y en un importante sector de los obreros. El camilismo fue uno de los estimulantes y sustento del ELN en la costa Karibe Colombiana. Fue el camilismo un poderoso activante.

Este camilismo no andaba solitario. Andaba emparentado con los obreros, los campesinos y los pobladores urbanos, en sus luchas y sentido organizativo. Destacable en los inicios de la fundación de los núcleos y frentes guerrilleros del ELN, la presencia de los campesinos por su amplia, rica y combativa tradición de lucha por la tierra y la vida, haciendo del territorio del Norte del país uno de los movimientos campesinos más aguerridos y combativos de toda Colombia. La primera lìnea de la acciòn popular sin duda lo fue el movimiento social campesino de impacto notable en todo el andamiaje social de las decadas de los 70, 80 y hasta finales de los 90.

La lucha de los campesinos estaba al mismo tiempo enlazada como hermana siamesis de la lucha obrera que sufría un ascenso en toda Colombia. Las grandes huelgas de los obreros petroleros, de los alcalinos, de los trabajadores de los alimentos, de los trabajadores de la salud, de los vendedores ambulantes, de los obreros de las petroquímicas, de los trabajadores de la educaciòn. Eran los tiempos de las alianzas obrero-campesina a la que se incorporo en nuestra realidad costeña el sujeto popular haciendo de ella una alianza obrera, campesina y popular.

El ELN karibeño y costeño fue forjado por la luchas campesinas, por las grandes batallas de los obreros, por los pasos en los caminos del cristianismo revolucionario de la iglesia de los pobres de consecuente compromiso con las reivindicaciones de la clase popular. Fue el Frente de Guerra Norte forjado por el entramado de las raìces obreras, campesinas y cristianas popular que significó vitalidad para un ELN floreciente desde el seno del pueblo, desde los sueños y padecimientos de los de abajo, los descalzos, los descamisados y los desheredados de la tierra. Fue un parto hermoso que logró ascender desde las murallas, calles y vientos urbanos hacia las alturas de las sierras y las serranìas de San Lucas, la Nevada de Santa Marta, del Perijà, de la serranìa de Ayapel, San Jerònimo, fluyendo por selvas y sabanas, sus rios, quebradas, lagos y cienagas.

UNA VIDA LLENA DE TESTIMONIOS

Eso somos el ELN. Un andar y fluir de huellas insurgentes revolucionarias. que pese a toda la ofensiva del poder tirànico oligarca seguimos aùn presentes en la regiòn Karibe, son las que se expresan a traves de unas narrativas que testimonian los esfuerzos de miles de seres humanos revolucionarios que siguen sembrando el territorio costeño de dignidad y autoestima. A los que no estàn fisicamente con nosotros siguen siendo referentes de un proposito de humanidad. Estos trazos de historia ELENA son el alma de una organizaciòn que ha sido consecuente, durante mas de 58 años, de la consigna de LIBERACIÒN O MUERTE.

Està en nuestra memorìa un aguerrido guerrillero y lider popular del Sur de Bolìvar Raùl Solano, el viejòn, quien fue uno de los impulsores y primer responsable militar del Frente de Guerra Norte, quien colocò toda su voluntad y empeño humano para solidificar los cimientos y pilares iniciales.

 

Entregamos a ustedes una serie de TESTIMONIOS ELENOS como parte de esa historia del Frente de Guerra Norte.

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